Contaminación atmosférica y salud (2010)
En este informe, presentado en el marco del 10º Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), un grupo de expertos explica las consecuencias de la contaminación atmosférica de origen químico en nuestro organismo y repasa los últimos estudios realizados en torno a esta materia.
En esta segunda edición, abordamos un tema de gran actualidad: la relación entre la calidad del aire que respiramos y la salud humana. Cada día una persona respira de media un volumen de aire de 12.000 litros (12 m3). La calidad de ese aire, que puede estar contaminado por el tráfico, el transporte, la industria y otras actividades, determina sin duda nuestra salud.
La calidad del aire que respiramos está directamente influida por la polución
Los expertos han lanzado la voz de alerta sobre los daños que está sufriendo nuestro planeta a causa de la creciente contaminación y que, tarde o temprano, afectan a las personas. Los principales culpables: el tráfico y la construcción.
Los profesores Julio Díaz y Cristina Linares realizan en el primer artículo la necesaria introducción al tema, sentado las bases de qué es contaminación atmosférica y el alcance que le damos en esta publicación, así como otros conceptos básicos: emisión, inmisión, contaminantes primarios y secundarios, dispersión, etc.
Los profesores Ferran Ballester y Elena Boldo abordan la cuestión a través de dos artículos, el segundo y el cuarto de esta publicación. El segundo trata directamente los efectos de la contaminación del aire sobre la salud de las personas y las poblaciones, realiza un recorrido histórico sobre los episodios más importantes, describe los estudios epidemiológicos que pueden realizarse para conocerlos y apunta las evidencias y mecanismos de daño sobre la salud, así como los grupos más vulnerables.
El profesor Xavier Querol en el tercer artículo realiza un exhaustivo y sistemático esfuerzo para describir y analizarmedidas preventivas de reducción de emisiones en dos ámbitos principales: el tráfico rodado urbano (primera causa de contaminación atmosférica) y las emisiones de la construcción y demolición, ámbito este último menos conocido y más novedoso, pero de gran importancia como causante de altos niveles de contaminación atmosférica en algunos lugares.
El cuarto artículo indaga en los estudios de intervención y cómo los programas de reducción de la contaminación atmosférica mejoran la salud de la población, que resumen en una contundente frase “Aire más limpio… ¿más salud? Indiscutiblemente, sí”. Con esta rotundidad, se repasan diversas intervenciones que consiguieron la reducción de la contaminación atmosférica e implicaron una mejora en la salud de las poblaciones.