La quema de combustibles fósiles son las principales causas del efecto invernadero y, como tal, la primera acción a evitar para frenar el cambio climático.
¿Cuáles son las causas del efecto invernadero? Conceptos como el cambio climático, emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y un largo etcétera de términos relacionados con el calentamiento global son ya omnipresentes en nuestro día a día. Abundan también las informaciones sobre los riesgos que este cambio en el clima entraña para la salud pública y la economía mundial, especialmente para los países más pobres. Y qué decir del alud de anuncios de proyectos e iniciativas que tratan de combatir el calentamiento global (¡otro concepto más!).
Las expresiones cambio climático (también llamada crisis o emergencia climática) y calentamiento global o planetario vienen a decir lo mismo. Todas hacen referencia a un cambio en el clima. Este cambio se caracteriza, sobre todo, por un aumento de la temperatura media, pero también por fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales, heladas en plena primavera, largos periodos de sequía, olas de calor más frecuentes…
Como consecuencia, aumenta el nivel del mar, se deshace el hielo marino, se alteran y dañan los ecosistemas naturales y hay más incendios forestales. Todo ello provoca que la Tierra sea un planeta menos habitable y menos saludable.
La actual temperatura media global es ya 1,1℃ superior a la época preindustrial (esto antes de que se empezara a quemar carbón para uso industrial). Pero lo más alarmante son las previsiones a largo plazo, puesto que para la atmósfera, las acciones de hoy tienen consecuencias durante más de cien años. Si las cosas permanecen tal y como están, se espera un aumento de temperaturas de entre 3,4℃ y 3,9℃ para finales de este siglo.
Qué es el efecto invernadero
Para entender cuáles son las causas del efecto invernadero y cómo podemos evitarlo, lo primero es entender qué es este efecto.
Lo primero que hay que entender es que el efecto invernadero es un fenómeno natural que permite que la Tierra mantenga una temperatura adecuada para sostener la vida. Este proceso ocurre cuando los "gases de efecto invernadero" en la atmósfera, como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y vapor de agua, atrapan el calor del sol, manteniendo así el calor cerca de la superficie terrestre.
Estos gases actúan de manera similar a una manta que envuelve al planeta. Esto provoca que la superficie terrestre sea unos 33 °C más cálida de lo que sería sin su presencia, propiciando una temperatura media de 15 °C. Sin embargo, las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles, han aumentado la concentración de estos gases en la atmósfera, lo que a su vez intensifica el efecto invernadero y contribuye al calentamiento global. Así lo explica la Nasa en su proyecto Global Climate Change.
Hay que tener en cuenta que estos gases pueden permanecer en la atmósfera durante periodos que varían desde unos pocos años hasta miles de años. Además, su impacto sobre el clima depende de la cantidad emitida, cuánto tiempo permanecen en la atmósfera y su eficiencia a la hora de absorber la energía. En este sentido, los gases con un "Potencial de Calentamiento Global" (GWP, por sus siglas en inglés) más alto son más efectivos en calentar la Tierra por unidad de masa que aquellos con un GWP más bajo.
Cabe destacar que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el principal motor del cambio climático es el efecto invernadero. Este fenómeno es crucial para mantener la temperatura terrestre, pero el aumento en la concentración de estos gases está llevando a un calentamiento global. Veamos con más detalle las causas del efecto invernadero mencionadas.
Cuáles son las principales causas del efecto invernadero
Según la Comisión Europea, las principales actividades que provocan el efecto invernadero son la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la cría de ganado. Estas actividades liberan cantidades significativas de dióxido de carbono (CO₂), metano, óxido nitroso y gases fluorados. La quema de carbón, petróleo y gas produce principalmente CO₂ y óxido nitroso, mientras que la tala de bosques libera el carbono almacenado en los árboles a la atmósfera, aumentando así el efecto invernadero.
La quema de carbón, petróleo y gas, en los que se basa la generación de energía y el transporte, sin la mayor fuente de CO₂ y óxido nitroso. Por otra parte, la deforestación elimina los "sumideros" naturales de carbono, ya que los árboles capturan CO₂ de la atmósfera. Su tala libera este carbono almacenado, exacerbando el efecto invernadero.
Asimismo, la agricultura y la ganadería son fuentes importantes de emisión de gas metano, especialmente a través de la digestión del ganado, y el uso de fertilizantes nitrogenados contribuye a las emisiones de óxido nitroso.
Cómo evitar el efecto invernadero y mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2℃
El Acuerdo de París, firmado en 2015 por la mayor parte de los países del mundo, establece la implementación de medidas para frenar el aumento de la temperatura a menos de 2℃. Sin embargo, los científicos ya han advertido que con los actuales compromisos no se podrá cumplir dicha meta y piden la implantación de medidas contundentes y de forma urgente.
¿Por qué por debajo de los 2℃? En su informe El calentamiento de 1,5℃, el IPCC advierte de la necesidad de frenar el aumento de temperaturas a 1,5℃, temperatura a partir de la cual los impactos futuros previstos pueden ser “duraderos e irreversibles”. El IPCC es el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, una entidad científica creada en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
En sus millones de años de vida, no es la primera vez que la Tierra sufre un cambio en su clima, pero sí es la primera vez que este cambio no es de origen natural. El actual cambio en el clima es provocado por la acción humana. En concreto, por la quema de combustibles fósiles, como apuntábamos antes.
No hay que perder de vista que la concentración media mundial de CO₂, que es considerado el principal gas causante del cambio climático, alcanzó en 2018 un récord de 407,8 partes de millón, mientras que durante miles de años estos niveles habían permanecido estables, en unas 272 partes de millón. La última vez que la atmósfera concentró una cantidad de CO₂ comparable a la actual fue hace entre tres y cinco millones de años, y el resultado fue una temperatura entre 2℃ y 3℃ más alta.
Las cifras no mienten: emitimos más CO₂ que nunca. Al mismo tiempo, descuidamos una importante fuente de captación de estas emisiones de carbono, que es el medio natural. Esto sucede varias formas, ya sea en forma de vegetación, humedales o el suelo, puesto que las plantas absorben dióxido de carbono a través de la fotosíntesis.
Efecto invernadero: urge pasar a la acción
Cualquier camino para frenar el calentamiento de la Tierra pasa por reducir, drásticamente y de forma urgente, las emisiones de gases de efecto invernadero. Unas emisiones que son responsabilidad en un 77 % del uso de energía, según cálculos de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Estamos hablando, sobre todo, de energía para transporte (aéreo, marítimo y terrestre) y consumo industrial, residencial y terciario.
Buena parte de los esfuerzos se centran en abandonar los combustibles fósiles y apostar en su lugar por energías libres de emisiones de gases de efecto invernadero. Estas últimas son las que se conocen como energías renovables: solar, eólica, biomasa, geotermia e hidráulica, entre otras. También la nuclear es una fuente energética sin emisiones de gases de efecto invernadero, aunque no entra en la categoría de renovable.
Las claves para lograrlo pasan por la reducción del consumo, la eficiencia energética y la electrificación. La idea es que la mejor energía es siempre la que no se consume. De ahí la importancia de reducir el consumo y maximizar la eficiencia. Por otro lado, la electrificación permite utilizar energías renovables en actividades que hoy en día dependen de los combustibles fósiles. Es el caso, por ejemplo, del vehículo eléctrico o de la climatización.
Más allá de la transición hacia un modelo energético más limpio, también será necesario poner en marcha grandes planes que permitan absorber y neutralizar el CO₂ ya emitido. Esto pasa por reforestar, cuidar los bosques, restaurar los suelos y avanzar en el desarrollo de tecnologías para la captura y almacenamiento de CO₂ de la atmósfera.
Frenar el cambio climático es responsabilidad de todos. Con nuestras acciones diarias también podemos contribuir a evitar que la temperatura siga aumentando. Utiliza el transporte público, compra productos de proximidad para evitar desplazamientos innecesarios, electrifica tus consumos energéticos y recuerda que la mejor energía es la que no se consume.
Por Eva María
Artículo publicado originalmente el 12 de mayo de 2022, actualizado el 24 de abril de 2024
Preguntas frecuentes sobre las causas del efecto invernadero
¿Qué es el efecto invernadero y por qué es importante?
El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite mantener la temperatura de la Tierra en niveles adecuados para sostener la vida. Este proceso se produce cuando gases como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y vapor de agua atrapan el calor del sol en la atmósfera, evitando que todo se escape al espacio. Sin este efecto, la Tierra sería demasiado fría para habitar.
¿Cuáles son las principales causas del efecto invernadero?
Las principales causas del efecto invernadero antropogénico son la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la cría de ganado. Estas actividades incrementan la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, intensificando el fenómeno natural y contribuyendo al calentamiento global.
¿Qué impacto tiene el efecto invernadero en el medio ambiente?
El efecto invernadero intensificado por actividades humanas contribuye al calentamiento global, lo que provoca cambios climáticos adversos. Estos incluyen fenómenos meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar, deshielo de los polos, alteración de ecosistemas y aumento de incendios forestales, haciendo la Tierra menos habitable.
¿Cómo podemos evitar el efecto invernadero y sus consecuencias negativas?
Para evitar las consecuencias negativas del efecto invernadero intensificado, es crucial reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica abandonar los combustibles fósiles en favor de energías renovables, mejorar la eficiencia energética, promover la reforestación, cuidar los bosques, restaurar suelos y desarrollar tecnologías para capturar y almacenar CO₂ de la atmósfera. También es fundamental la acción individual, como usar transporte público, comprar productos locales y electrificar el consumo energético.
¿Por qué es importante mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2℃?
Mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2℃ es crucial para evitar los impactos más graves y potencialmente irreversibles del cambio climático, como se destaca en el Acuerdo de París. Superar este límite podría desencadenar efectos duraderos en los sistemas naturales y humanos, aumentando significativamente los riesgos para la salud, la economía y el medio ambiente en general.
¿Qué relación existe entre el efecto invernadero y el cambio climático?
El efecto invernadero es un fenómeno natural esencial para la vida en la Tierra. Sin embargo, el aumento en la concentración de gases de efecto invernadero debido a actividades humanas ha intensificado este efecto, contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático. Este cambio climático se caracteriza por un aumento de la temperatura global, fenómenos meteorológicos extremos y otros impactos negativos en el medio ambiente y la sociedad.