La Ley de cambio climático en España apuesta por un futuro más verde para frenar las emisiones en nuestro país. Estas son las ideas principales que presenta
La emergencia climática es un problema real cuyas consecuencias se manifiestan constantemente a nuestro alrededor y no pueden ser ignoradas por más tiempo. La borrasca Filomena que dejó inauditas nevadas en la península ibérica en 2021, las olas que calor que se van sucediendo o la oleada de incendios forestales que asolan puntos de toda la geografía española cada verano son señales inevitables que nos advierten que el tiempo de actuar es ahora. Para combatir estos efectos, muchos países del mundo, entre ellos España, alcanzaron acuerdos en sus cámaras políticas para lanzar una ley de cambio climático.
En el marco de la agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, así como las metas para reducir las emisiones de la Unión Europea, se aprobó en nuestro país la ley de cambio climático el pasado año 2021. Sin embargo, muchos activistas llaman a la acción y reclaman que la ley de cambio climático llega demasiado tarde. En nuestro caso, ¿cuáles son los puntos de giro que propone la ley para hacer frente a la emergencia climática?
La ley de cambio climático palabra por palabra
Antes de desglosar los objetivos principales de la ley de cambio climático, es necesario hacer un repaso a toda la terminología que tiene asociada para comprender la importancia de este marco jurídico. En los medios de comunicación aparecen constantemente estas palabras, así que recordaremos brevemente su significado a fin de entender el vínculo con las bases de la ley de cambio climático española:
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Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Un total de 17 propósitos establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas interconectados entre ellos para llamar a la acción global y asegurar un futuro justo, sostenible e igualitario para todos. La ley de cambio climático se ampara en el objetivo número 13 “Acción por el clima”
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Agenda 2030: Límite de tiempo en el que se prevé llevar a cabo los ODS
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Acuerdo de París: Tratado internacional promovido por las Naciones Unidas y firmado en la capital francesa en 2015 en el que todos los países se comprometen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
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Pacto Verde Europeo: Acuerdo entre los países de la Unión Europea para alcanzar un balance político y socioeconómico sostenible con medidas específicas y planes de acción para frenar el cambio climático y fomentar una economía circular, verde y eficiente
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Neutralidad climática: Balance de la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera y de gases retirados por otras vías. Implica que las emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) sean iguales o inferiores a cero
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Huella de carbono: Indicadorde la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos mediante las actividades diarias del ser humano
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Resiliencia: Capacidad humana para sobreponerse a una situación de adversidad y adaptarse a las circunstancias
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Transición justa: Mecanismo que contempla todos los estratos sociales con una voluntad de inclusión para no dejar a nadie atrás en el tránsito ecológico. Su objetivo es proteger y asegurar que en los sectores más vulnerables también se materialicen estas medidas
Las metas de la ley de cambio climático
La ley de cambio climático en España establece que se ha de alcanzar la neutralidad climática antes del año 2050. Entre los cambios propuestos, uno de los fundamentales para llevar a cabo esta transición es que el sistema eléctrico se base exclusivamente en energías renovables. Para conseguirlo, pone su foco principalmente en los siguientes objetivos, que están alineados con los ODS y el Acuerdo de París y que tienen como límite el año 2030.
Así pues, para 2030, España deberá:
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Contar con un sistema eléctrico cuya energía provenga en un mínimo del 74% de origen renovable
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Hacer esta energía más eficiente reduciendo su consumo primario en un 39,5%
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Introducir en el consumo total del país al menos un 42% de energías de origen renovable
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Disminuir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera en la economía de nuestro país en un 23% (como mínimo) tomando como referencia el año 1990
Como podemos observar, en este planteamiento hay muchos cambios intrínsecos que atraviesan todo tipo de sectores. En el caso del transporte y la automoción, se promoverá el fin de los combustibles de origen fósil para dar paso a gases renovables provenientes de materia orgánica (biogás, hidrógeno verde, etc.). Asimismo, la movilidad urbana juega un papel importante, donde se impulsará el uso de automóviles híbridos y eléctricos. Por otro lado, la protección de la biodiversidad y los ecosistemas también está contemplada en la ley de cambio climático, lo que se traduce en estrategias que velan por la conservación de estos entornos y redes naturales.
También los residuos son considerados en la ley, dado que se aprobó el pasado mes de julio de 2022 una legislación con un paquete de medidas para prohibir progresivamente los deshechos de un solo uso. Igualmente, se está incentivando la creación de impuestos verdes sobre los envases desechables a fin de promover el reciclaje y la circularidad.
Con la aprobación de la ley, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico Teresa Ribera recordó en una entrevista concedida a eldiario.es que, si bien esta ley sienta unos precedentes muy importantes, es fundamental que la tomemos como unidad de medida mínima del trabajo que queda por hacer en materia climática para contribuir a salvar nuestro planeta.
“Con esta ley hemos dicho otra cosa muy relevante: esto es el mínimo. No hay posibilidad de retorno. Podemos ir a más, pero nunca a menos. Lo difícil es arrancar. Si somos capaces de empezar, en el proceso de revisión previsto podremos acelerar y reforzar aquello que funciona o corregir aquello que veamos que no funciona y buscar otro camino para conseguir ese objetivo” subrayó la ministra sobre la ley de cambio climático española.