¿Qué es el ecofeminismo? Origen
El ecofeminismo es una corriente de pensamiento y un movimiento social que explora las sinergias —el encuentro— entre el ecologismo y el feminismo. De la unión de estos dos conceptos surge una filosofía y una práctica feminista que «defiende un cambio de modelo social que respete las bases materiales que sostienen la vida»**.
Este movimiento, que se originó a mediados de los años setenta del pasado siglo, sostiene que existe un vínculo entre la subordinación arraigada de la mujer, así como de otros grupos sociales no privilegiados, y la destrucción del medio natural. Una fuerte conexión entre la explotación de las mujeres y la del medioambiente. Nuestro sistema «se constituyó, se ha constituido y se mantiene por medio de la subordinación de las mujeres, de la colonización de los pueblos “extranjeros” y de sus tierras, y de la naturaleza»***.
La economía convencional, el modelo de producción capitalista, invisibiliza a las mujeres y a la naturaleza. Ambas han compartido destino. La invisibilidad y el sometimiento de mujer y naturaleza han ido a la par en la cultura patriarcal y mercantil. La sostenibilidad es incompatible con estas relaciones de dominio.
Principales pensadoras ecofeministas
En su ensayo Le Féminisme ou la mort (El Feminismo o la muerte), publicado en 1974, Françoise d’Eaubonne acuñó el término «écoféminisme». La escritora y feminista francesa creó el movimiento Ecología-Feminismo, y llamó a las mujeres a liderar una revolución ecológica para salvar el planeta. Otras dos mujeres pioneras, consideradas las figuras más representativas del movimiento ecofeminista, son:
Vandana Shiva
Física, filósofa, escritora y activista india. En 1973, participó en el movimiento Chipko para impedir la tala de bosques en el Himalaya mediante la práctica de resistencia no violenta inspirada en Gandhi. Shiva afirma que el ecofeminismo es «la convergencia de la ecología y el feminismo. La ecología dice que no se pueden destruir los fundamentos ecológicos a través de los que sobrevivimos y el feminismo recuerda que no hemos nacido iguales pero que formamos parte de la misma especie. Así, el ecofeminismo es realmente la filosofía de toda sociedad duradera».
Wangari Maathai
Fundadora del Movimiento Cinturón Verde (GBM, por sus siglas en inglés) en Kenia, un movimiento de mujeres que ha plantado más de 50 millones de árboles para detener la desertización en África. «Si destruyes el bosque, el río dejará de fluir, las lluvias se volverán irregulares, las cosechas fallarán y morirás de hambre e inanición». Activista política, ecologista keniana y primera mujer africana en recibir el Nobel de la Paz en 2004 por «su contribución al desarrollo sostenible, la democracia y la paz», además de la primera mujer de África Oriental en obtener un doctorado. Maathai falleció en 2011, a los 71 años, en Nairobi.
Mujeres referentes del ecofeminismo
«La sostenibilidad necesita de las mujeres»****. Alicia Puleo, una de las mayores referentes del ecofeminismo, es doctora en filosofía, profesora y autora de Ecofeminismo para otro mundo posible, donde propone un «ecofeminismo crítico» que defiende la libertad, la igualdad y la sostenibilidad. Para Puleo, «el objetivo más profundo de la filosofía ecofeminista es una redefinición del ser humano que implica una redefinición de los demás seres vivos para habitar más pacíficamente la Tierra».
La antropóloga, educadora social e ingeniera técnica agrícola Yayo Herrero ha sido también coordinadora de Ecologistas en Acción España y ha participado en diversas iniciativas sociales vinculadas con el feminismo ecológico. Herrero defiende la necesaria transición hacia un modelo económico sostenible, ante la imposibilidad del crecimiento capitalista en un mundo con recursos finitos, que además no tiene en cuenta los trabajos que hacen posible el sostenimiento de la vida, como el agrícola o el trabajo reproductivo. «Una ingente cantidad de trabajo humano que no se ve». «No hay economía ni tecnología ni política ni sociedad sin naturaleza y sin cuidados», decía en una entrevista.
El Patriarcalitest es una herramienta de Ecologistas en Acción que busca «encender la chispa del debate y la reflexión sobre las responsabilidades colectivas en las dinámicas de género».
La escritora americana y feminista Carol Adams; Karen Warren; la intelectual y activista ecofeminista australiana Val Plumwood; la referente alemana Petra Kelly; Dina Garzón, cofundadora de la Red Ecofeminista… La lista es larga. Todas ellas son ejemplos inspiradores, valientes, que nos invitan a repensar el presente y construir un futuro mejor.
«Figuras cuya lucha y legado continúan siendo significativos en la sociedad», dice María Inés Criado, profesora de secundaria que toma como referencia la obra de estas mujeres para despertar la curiosidad, la conciencia ecológica y animar al debate a su alumnado. «La conciencia ambiental y el ecofeminismo —añade— se han convertido en ejes transversales de suma importancia» en la educación.
El modo en que nos relacionamos con nuestro planeta ni es justo ni puede sostenerse. El ecofeminismo defiende que justicia climática y justicia de género no son luchas que debamos diferenciar. Para lograr una sociedad más justa, igualitaria y equitativa, tenemos al mismo tiempo que trabajar por una sociedad ambientalmente sostenible.
La nueva Ariadna del siglo XXI es hija del feminismo y de la ecología. Ya no se limita a esperar que actúe el héroe, colaborando discretamente en un segundo plano. Es también una protagonista del cambio. Ya no admira al que mata al "Otro", sino que libera al monstruo, reconociendo su parentesco con lo humano. Entra en el laberinto del mundo junto con Teseo para transformar la cultura en los tiempos del cambio climático.
Sinopsis de Ecofeminismo para otro mundo posible, Alicia H. Puleo (2011).
Preguntas frecuentes sobre Ecofeminismo
¿Qué idea defiende el ecofeminismo? ¿Y qué persigue?
El ecofeminismo sitúa a las mujeres más próximas a la naturaleza y, por tanto, más proclives a solucionar la crisis climática y ecológica. El objetivo del movimiento ecofeminista es lograr la justicia para la mujer y transformar la relación del ser humano con los demás seres vivos. Pues el desarrollo de las sociedades ya no debe medirse únicamente por su Producto Interior Bruto (PIB), por «lo monetario».
¿Cuáles son los principios del feminismo ecológico?
Para Vandana Shiva, principal pensadora del ecofeminismo junto con Wangari Maathai, los tres principios de la filosofía ecofeminista son: el primero, el reconocimiento de que la Tierra está viva, es sagrada y es el sostén y la conexión entre todos los seres vivos; el segundo principio, reconocer que el patriarcado desplazó a la naturaleza y a las mujeres, parte de ella, quedando ambas relegadas frente al hombre y a la producción capitalista, y el tercer y más importante principio del ecofeminismo es el respeto a todo ser viviente, a la vida en todas sus formas.
¿Qué es la ‘cultura de los cuidados’?
El ecofeminismo pone el cuidado en el centro. Las mujeres se han visto abocadas a vivir más cerca de la tierra y del hogar; se han responsabilizado del cuidado de la familia y del entorno. Por eso han construido conocimientos relativos a la crianza, la agricultura y la alimentación, la educación o la defensa del medio natural. Aprendizajes que sirven para enfrentar los problemas medioambientales y hacer posible la vida, más acordes con la supervivencia de la especie que los construidos por la cultura patriarcal. Ellas tienen las claves de la sostenibilidad. «La cultura del cuidado tendrá que ser rescatada y servir de inspiración central a una sociedad social y ecológicamente sostenible» (Marta Pascual y Yayo Herrero, artículo publicado en el Boletín ECOS n. º 10).
Referencias
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*King, I. The eco-feminist Perspective; y Leland, S (ed.). Reclaim the Earth: Women Speak out for Life on Earth, The Women Press, Londres, 1983.
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**Herrero, Y. (2015). Apuntes introductorios sobre el Ecofeminismo.
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***Hiva, V. y Mies, M., Ecofeminismo, Icaria, Barcelona 1997.
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****Rodríguez, M. P., & López, Y. H. (2010). Ecofeminismo, una propuesta para repensar el presente y construir el futuro. CIP-Ecosocial. Boletín ECOS, 10, 1-3. >> VER