Todos los tipos de plásticos tienen usos distintos y contiene diferentes tóxicos, te damos las claves para distinguirlos.
¿Sabías que hay numerosos tipos de plásticos y que cada uno tiene unas características únicas? Desde la aparición de este material en el siglo XIX y tras pasar por múltiples ensayos e investigaciones, su forma y sus propiedades han experimentado numerosos cambios para adaptarse a la demanda de cada momento. De esta manera, encontramos dos grandes grupos de plásticos según su naturaleza: naturales y sintéticos. Por otro lado, dependiendo de su estructura interna, podemos dividirlos en termoplásticos, termoestables o elastómeros.
Estos cambios sufridos por el material tienen una incidencia directa en su reciclabilidad. Así, los elementos de su composición determinarán cómo de posible es recuperar materia de estos plásticos para reutilizarla y establecer una cadena de consumo menos contaminante.
Para desglosar los tipos de plásticos registrados, vamos a dejar atrás las categorías anteriormente mencionadas y nos vamos a servir de la clasificación que establece el Código de Identificación de Plástico, un sistema creado por la Sociedad de la Industria de Plásticos en el año 1988. Esta metodología se emplea en el sector industrial de manera internacional para identificar fácilmente el material con el que está elaborado y su posibilidad de reciclaje. Es muy posible que lo reconozcas por haberlo visto en numerosos productos. Este sistema se basa en el conocido "triángulo de Moëbius", que rodea un número del 1 al 7.
A continuación, haremos un repaso de los distintos tipos de plástico, su uso más habitual antes y después del reciclado, su facilidad de reciclaje (en una escala del 1 al 4 en la que 1 es muy fácil y 4 muy difícil) y las sustancias tóxicas más habituales en cada uno de ellos, según el informe “Desengancharse del plástico” de Ecologistas en Acción.
1. PET o PETE (tereftalato de polietileno)
Se emplea en botellas de bebidas como refrescos o agua, además de otros envases ligeros como paquetes de comida, botes de crema y otros usos farmacéuticos. Su segunda vida es habitualmente nuevas botellas, textiles para prendas de vestir, alfombras, maquetas, lonas y velas náuticas o hilos y cuerdas. Su nivel de facilidad de reciclaje es 1 y las sustancias tóxicas que contiene son antimonio, formaldehido, acetaldehído y ftalato. Supone el 11% de residuos plásticos en el planeta.
Cómo reciclar PET: A pesar de que no será necesario quitar las etiquetas o tapaderas de estos envases, sí es muy importante asegurarse de que su contenido se ha vaciado completamente, por lo que se recomienda enjuagar y secar estos tipos de plásticos antes de llevarlos al contenedor amarillo.
2. HDPE (polietileno de alta densidad)
Se utiliza en numerosos envases no transparentes como botellas de leche, detergentes, paquetes de comida o de aceite para motores. Su uso tras el reciclado suele ser para nuevos envases, cajas, macetas, contenedores de basura, juguetes, tubos, piezas de mobiliario urbano y de jardín o nuevas botellas de detergente. A pesar de que su nivel de facilidad de reciclaje es 1, es un material más resistente que el PET, y contiene antimonio como sustancia tóxica. Comporta el 14% de residuos plásticos en el medioambiente.
Cómo reciclarlo: Al igual que el tipo 1, lo más recomendable es que nos cercioremos de haber vaciado y lavado los envases de este tipo de plástico para garantizar un correcto reciclado (de nuevo, va en el contenedor amarillo).
3. PVC (policloruro de vinilo)
Empleado en tarjetas de crédito, tuberías y otros materiales de construcción, revestimiento de cables, pieles sintéticas y marcos de puertas y ventanas. Se puede reutilizar tras su reciclado en suelas para calzado, reglas, otros artículos para el hogar, muebles para exteriores y tubos para el riego. Es uno de los tipos de plásticos más difíciles de reciclar situándose en un nivel 4, y la sustancia tóxica que lo integra es nonilfenol. Implica el 5% de residuos plásticos.
Cómo reciclar PVC: Al ser un tipo de plástico muy resistente, sus componentes químicos hacen que el PVC sea un plástico muy difícil de reciclar. A pesar de ello, es un tipo de material muy versátil que puede volver a utilizarse si se lleva al lugar adecuado para ser reciclado donde cuenten con la tecnología pertinente para tratar este tipo de plástico.
4. LDPE (polietileno de baja densidad)
Con este tipo de plástico se elaboran el film adhesivo, las bolsas de la compra, el plástico de burbujas, botellas más flexibles, bolsas de suero, ampollas flexibles o aislantes de cableado. Pueden convertirse en el mismo producto de origen en su reciclado, además de tener otros usos como muebles, macetas, tubos o membranas aislantes. Su reciclabilidad es factible al tratarse de un nivel 2, y contiene las sustancias tóxicas ftalatos, aldehídos, cetonas, ácidos y carboxílicos. Por su parte, entraña el 20% de los residuos plásticos en el planeta, uno de los porcentajes más elevados.
Cómo reciclar LDPE: ¡Ojo con el LDPE! Su baja densidad provoca que en muchas ocasiones contamine a otros materiales durante los procesos de reciclado y arruine la posibilidad de que tengan una segunda vida. Lo más recomendable es separarlo de otros tipos de plástico que sí se pueden reciclar más fácilmente y asegurarnos de dónde recogen en nuestra localidad estos plásticos.
5. PP (polipropileno)
De polipropileno están hechos los tapones de botellas, las pajitas, los tupperwares, las neveras portátiles, piezas de automóviles, fibras de algunos tejidos, alfombras, lonas e incluso pañales o material médico como jeringuillas. Tras su reciclaje puede constituirse como contenedores para transporte, equipos de jardinería, sillas de plástico, textiles, escobas, cubos de fregar o raspadores de hielo. Al igual que el LDPE, su reciclabilidad es de nivel 2. Contiene muchas sustancias tóxicas como ftalato, aldehídos, cetonas, ácidos, carboxílicos, fenol y sustancias perjudiciales estimulantes de la esclerosis. Supone el 19% de residuos plásticos.
Cómo reciclar polipropilena: ¡Buenas noticias! El polipropileno es uno de los tipos de plásticos 100% reciclable, lo que lo convierte en el candidato ideal para el consumo circular, es decir, para tener una nueva vida en un producto diferente. Al igual que en el caso de los tipos de plástico 1 y 2, se aconseja limpiar y secar el polipropileno para facilitar el proceso de reciclado lo máximo posible.
6. PS (poliestireno)
Estos tipos de plásticos se encuentran en materiales térmicos como vasos para bebidas calientes, envases de yogures, cubiertos de plástico, hueveras, rellenos para embalaje, bandejas de comida, aislantes, piezas de electrodomésticos y juguetes. Su uso tras el reciclado suele ser como aislamientos térmicos, material de oficina, perchas, macetas o cubos de basura. Su nivel de reciclabilidad se sitúa en el 3, lo que lo convierte en un material de difícil reutilización. Por otra parte, contiene como sustancias tóxicas antimonio, bromo, estireno, etilbenceno, tolueno y benceno. Comporta el 6% de residuos plásticos en el medioambiente.
Cómo poliestireno: Este tipo de plástico ligero y durable puede llevarse al contenedor amarillo junto con otros plásticos ligeros, a pesar de que su reciclabilidad esté por debajo de otros como los tipos 1, 2 y 5. Aunque este material no es muy versátil, sí que puede reutilizarse altamente para volver a crear piezas de poliestireno.
Otros tipos de plásticos
Aquí se incluyen las mezclas de varios tipos de plásticos empleados en artículos electrónicos, electrodomésticos, piezas industriales, artículos médicos, garrafas de fuentes de agua o colchones. Se pueden transformar tras su reciclaje en fibras de nailon, discos compactos o piezas de coches. Lamentablemente, al no conocer con certeza los tipos de resinas que contienen, su reciclabilidad alcanza el nivel 4, es decir, prácticamente imposible. Puede integrar componentes tóxicos como el antimonio, el bromo y el bisfenol A y ostenta la cifra más alta de residuos plásticos en el planeta con un 24%.
Cómo estos otros tipos de plásticos: Desafortunadamente, estos tipos de plásticos se caracterizan por ser difícilmente reciclables dado su mezcla de numerosos tipos de plástico, resinas y otros micromateriales. Si nos tenemos que deshacer de algún producto que esté marcado como tipo 7, podemos minimizar su impacto ambiental haciendo una búsqueda para encontrar un lugar en nuestra localidad que permita el depósito de este tipo de plásticos cuando ya no los utilizamos.
¿Por qué es el plástico tan difícil de reciclar?
La composición química del plástico juega un papel fundamental en la dificultad de su reciclaje. Las moléculas que lo conforman, llamadas polímeros, poseen una gran capacidad de resistencia ante la acción natural de microorganismos que degradan las materias orgánicas. Asimismo, es bastante habitual que los plásticos lleven aditivos que otorguen al material aún más durabilidad, unas propiedades que hacen que el plástico pueda tardar cientos de años en descomponerse en la naturaleza.
Una alternativa que está tomando fuerza en los últimos tiempos para evitar la contaminación extrema de los plásticos convencionales son los plásticos biodegradables. Estos tipos de plásticos son aquellos que los organismos vivos pueden consumir como fuente de carbono y, por tanto, descomponer. Muchos de estos, son hechos de materias primas orgánicas renovables, como la yuca, el maíz, la patata o el plátano, y ya podemos encontrarlos en numerosos productos, especialmente como envoltorios.
Es importante ser consciente de que los plásticos biodegradables no se descomponen en todas las situaciones y que muchas plantas de tratamiento y vertederos no están equipados para manejarlos correctamente. Aunque son una alternativa más sostenible a los plásticos convencionales, todavía es fundamental reducir el uso general de plásticos y mejorar los programas de reciclaje para proteger el medio ambiente.
Esta puede ser una buena hoja de ruta para conocer mejor el plástico que pasa por nuestras manos y el impacto de su creación y uso en el medioambiente. Sin embargo, para aspirar a un planeta más limpio y a un consumo más sostenible, es muy importante ir reduciendo poco a poco la cantidad de plásticos que empleamos a diario e intentar sustituirlos por materiales reutilizables, más duraderos y, especialmente, que no comporten un solo uso.
Por Pablo Rodríguez
Preguntas frecuentes sobre tipos de plásticos
¿Qué significa el triángulo que contiene una cifra que encontramos en los envases de plástico?
Este pequeño triángulo que envuelve una cifra del 1 al 7 que aparece en el reverso de muchos elementos de plástico es el denominado "triángulo de Moëbius". Este sistema internacional indica, según el número, la composición de los tipos de plásticos a los que corresponden, lo que nos permite identificarlos para saber cómo reciclarlos correctamente. Así, el 1 se corresponde con el PET (o PETE); el 2, con el HDPE; el 3 con el PVC; el 4 con el LDPE, el 5 con el polipropileno (PP), el 6 con el poliestireno y el 7 con mezclas de otros plásticos.
¿Cuáles son los tipos de plásticos más fáciles de reciclar?
Los tipos con una reciclabilidad más alta son el PET o PETE (1, Polietileno Tereftalato), HDPE (2, Polietileno de Alta Densidad), y el polipropileno (5, PP). El proceso de reciclaje de estos plásticos es mucho más sencillo en vertederos y plantas especializadas, por lo que puede reaprovecharse gran parte del material. Estos tipos de plásticos son los que se utilizan con más frecuencia en otros plásticos reciclados.
¿Qué es el plástico biodegradable?
Este es un tipo de plástico elaborado a partir de materia orgánica y se puede descomponer mucho más rápidamente que los plásticos convencionales cuando está expuesto a microorganismos como bacterias y hongos. Algunos de los materiales más comunes de este plástico alternativo más amistoso con el medioambiente son la fécula de patata o el almidón de maíz. A pesar de que su composición le permite acelerar el proceso de degradado en la naturaleza, hay algunos centros de gestión de plásticos que aún no cuentan con procesadores de este tipo de materiales para su correcto reciclaje.
¿Por qué es importante reciclar el plástico?
El plástico es uno de los materiales más contaminantes por su difícil reciclabilidad, dado que tarda mucho tiempo en descomponerse en la naturaleza (décadas o incluso siglos en algunos casos) y, en ese proceso, desprende mucha materia tóxica. Asimismo, la creación de nuevos prácticos requiere una gran inversión de materia prima y de recursos preciosos como agua, por lo que es esencial conocer bien cómo podemos dar una segunda vida a los plásticos que ya no necesitemos. Un reciclaje correcto y consciente respetando los tipos de plástico contribuye a mantener la integridad del material que se va a reciclar, lo que facilita que sea reutilizado para la composición de otros productos reciclados.