El impacto de los aeropuertos en el medio ambiente

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La aviación genera el 13,9% de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte, según la Comisión Europea

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La aviación genera el 13,9% de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte, según la Comisión Europea. Dicho porcentaje convierte a este sector en la segunda mayor fuente de estos contaminantes del transporte, sólo por detrás del que se hace por carretera. Os explicamos por qué, más allá de su impacto en el cambio climático que ya os hemos explicado, los aeropuertos y los aviones pueden afectar a la biodiversidad y el medio ambiente.

El ruido de los aeropuertos afecta a la comunicación entre animales

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés) calcula que cada vez más personas viajarán en avión. Si en la Unión Europea el número de vuelos aumentó un 8% entre 2014 y 2017, el organismo prevé que esta cifra seguirá incrementándose y considera probable que el número de vuelos crezca un 42% entre 2017 y 2040.

Este mayor incremento de tráfico aéreo perjudica a numerosos seres vivos. Los aeropuertos pueden producir una pérdida o degradación del hábitat de múltiples animales, según la Federación de Medio Ambiente de la Aviación (AEF). Manuel Pereira, biólogo consultor de medioambiente que nos ha prestado sus superpoderes, explica que el ruido generado en ellos puede tener efectos sobre algunas especies.

Esto se explica porque las aves, los anfibios, los invertebrados, los peces, los mamíferos y los reptiles pueden ser muy sensibles a la contaminación acústica, según recoge una revisión publicada en la revista Environmental Evidence.

Los autores subrayan que incluso el ruido provocado por los humanos en ocasiones enmascara e inhibe los sonidos animales y afecta a su audición, lo que puede influir en  la comunicación entre ellos, en su uso del espacio o incluso en la reproducción.

Los sonidos generados en los aeropuertos también pueden perjudicar a algunas especies de aves como el títere playero. Otro artículo publicado en Perspectives in Ecology and Conservation indica que el ruido de estas instalaciones puede afectar notablemente a la vida silvestre al generar estrés y poner en peligro la reproducción de la fauna.

La luz de los aeropuertos y los aviones atrae y desorienta a algunas aves

La polución lumínica producida por los aeropuertos y los aviones puede alterar los comportamientos, las áreas de alimentación y los ciclos de reproducción de múltiples animales. Un artículo publicado en la revista científica Environmental Health Perspectives indica que la iluminación atrae y desorienta a las aves. Algo que puede provocar  que se choquen con aviones u otras infraestructuras además de confundir a las aves migratorias, según la AEF.

Además, las colisiones de aviones con aves representan una amenaza financiera y de seguridad cada vez mayor para la industria de la aviación civil en todo el mundo, según una revisión publicada en Landscape and Urban Planning.

La mayoría de los choques ocurren cerca o en los aeropuertos durante el despegue, el aterrizaje o el vuelo a poca altitud, según la EASA. Para evitar problemas de seguridad, en ocasiones se intenta disuadir y minimizar las poblaciones de aves en las inmediaciones de los aeropuertos.

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Gaviota volando cerca de un avión de pasajeros

“Reducir el atractivo de las áreas circundantes para las aves grandes, por ejemplo, mediante la eliminación de árboles u otros hábitats de anidación o el uso de pistolas de bengalas y ruido, puede afectar a otras poblaciones de vida silvestre”, afirman desde la AEF, con el consiguiente daño que provoca destruir el hábitat en el que vivían estos animales.

El impacto de grandes infraestructuras en el medio ambiente

La propia infraestructura de los aeropuertos también puede tener un impacto en el medio ambiente. Así lo indica Pereira, que compara el efecto de la acumulación de personas en estas instalaciones con el que se produce en un centro comercial.

El experto recuerda que en los aeropuertos se generan aguas residuales, cuyo tratamiento puede generar metano, uno de los principales gases de efecto invernadero. En las instalaciones, además, se utiliza tanto aire acondicionado como sistemas de iluminación y se producen residuos en restaurantes y tiendas.

A ello se suma el uso de la infraestructura para la aviación. Es decir, “todo lo relativo al mantenimiento de las aeronaves y las pistas, desde derrames accidentales de combustibles al uso de aceites o anticongelantes o la contaminación producida por los vehículos utilizados”.

 

“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.