Las mareas negras son vertidos de petróleo al océano con devastadoras consecuencias para la vida marina. Repasamos algunas de las peores catástrofes de los últimos años.
Estas manchas de petróleo de gran extensión, conocidas como mareas negras, se vierten a los océanos y ponen en grave peligro la flora y fauna acuáticas. Los efectos de los vertidos pueden llegar a ser muy persistentes y contaminar irreversiblemente la vida marina, lo que también puede ser fatal para la pesca. Su limpieza conlleva, además, importantes costes económicos. El hundimiento de la plataforma de BP Deepwater Horizon, en 2010, en los Estados Unidos causó el derrame de casi 780 000 toneladas de crudo, la mayor cantidad de la historia. Repasamos este y otros desastres ecológicos por el vertido de petróleo al mar.
¿Qué es una marea negra y quién la provoca?
Se denomina «marea negra» a un derrame de petróleo producido por accidentes o prácticas inadecuadas y que contamina el medioambiente, especialmente el medio marino. En otras palabras, es la masa oleosa que se genera debido a un vertido de hidrocarburos en el mar.
Hasta ahora se pensaba que la mitad de esa contaminación procedía de fuentes naturales como filtraciones en el fondo del océano. Pero, según un estudio reciente publicado en la revista Science, el 94 % de las mareas negras oceánicas son causadas por la actividad humana.
La mayoría son pequeños vertidos de crudo que se generan en operaciones de rutina de carga y descarga de barcos y buques, que normalmente tienen lugar en puertos, terminales petroleras y refinerías de petróleo. El resto procede de oleoductos, de dichas filtraciones naturales y también de zonas en las que la industria o las poblaciones producen escorrentías que contienen hidrocarburos.
¿Qué producen? Efectos negativos de las mareas negras
Las mareas negras son las formas de contaminación más graves. Estas manchas de petróleo flotantes se desplazan por acción del viento y las corrientes, invadiendo el hábitat de numerosas especies marinas. En su dispersión, alcanzan las costas y playas destruyendo la vida a su paso, o alterándola de manera irreversible.
Los derrames de petróleo pueden tener efectos ambientales, sociales y económicos desastrosos. Estas son las principales consecuencias de los vertidos de crudo, tanto para la vida marina como para las personas:
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Toxicidad directa, provocando la muerte de animales y organismos marinos.
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Falta de oxigenación, debido a la película de crudo que flota sobre la superficie del agua.
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Pérdida del poder termoaislante de los animales. El petróleo impregna y penetra en la estructura del pelaje de los mamíferos y el plumaje de las aves acuáticas, reduciendo su capacidad aislante. Esto los hace más vulnerables a las fluctuaciones de temperatura y mucho menos flotantes en el agua.
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Las aves, especialmente vulnerables, permanecen en la playa donde mueren de frío o inanición.
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Impide la entrada de luz, afectando al proceso de fotosíntesis de organismos primarios como las algas fitoplanctónicas. Lo que, a su vez, afecta al resto de la cadena trófica al ser estos la principal fuente de sustento del resto de las especies acuáticas.
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El petróleo queda impregnado en los sedimentos de las costas, perjudicando también a los organismos que allí viven. Esta película de hidrocarburo impide la regeneración del ecosistema costero y el crecimiento de nuevas plantas.
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Peligro para la salud humana. Los peces pueden incorporar contaminantes orgánicos persistentes que se transmiten a lo largo de la cadena alimentaria hasta llegar a nuestra mesa.
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Cierre de playas ante la amenaza directa de la contaminación del agua para la salud pública.
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La contaminación por marea negra en el agua del mar tiene, además de medioambientales, consecuencias económicas. Las mareas de petróleo afectan a la pesca y la acuicultura, dejando sin trabajo a miles de marineros y mariscadores.
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La limpieza, depuración y regeneración de las zonas afectadas acarrea grandes costes.
Las mayores catástrofes de las últimas décadas
Ya sea por la cantidad de contaminantes liberados o por la extensión del área afectada, algunas mareas negras han causado enormes daños en los ecosistemas marinos, costeros y terrestres. Hacemos un repaso de algunos de los desastres ecológicos más graves de los últimos años como consecuencia del vertido de combustible al mar.
Exxon Valdez (Alaska)
El 24 de marzo de 1989, este petrolero de la empresa estadounidense Exxon encalló en la bahía de Alaska, vertiendo al mar casi 40 000 toneladas de hidrocarburo.
Del enorme buque atascado en aguas del océano Pacífico brotó una espesa marea negra que se esparció sobre más de 2000 kilómetros de costa. Se convirtió en el mayor desastre ecológico hasta la fecha en Estados Unidos.
El Prestige (España)
En nuestro país, en noviembre de 2002, el petrolero monocasco Prestige se hundió a 250 kilómetros de la costa gallega con 77 000 toneladas de fuel en sus tanques. El vertido de la carga causó una de las catástrofes medioambientales más grandes en la historia de la navegación. Afectó a las costas de Galicia, pero también a las de Asturias y el País Vasco.
El chapapote alcanzó incluso algunas zonas de la costa francesa y portuguesa. Tras el accidente, se originó la plataforma ciudadana Nunca máis (Nunca más) para reclamar responsabilidades medioambientales, judiciales y políticas por el desastre del Prestige.
Plataforma BP (Golfo de México)
El 20 de abril de 2010, la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, situada a 80 kilómetros de Louisiana (EE. UU.), sufrió una explosión que causó la muerte de once trabajadores de la multinacional propietaria British Petroleum.
La plataforma acabó por hundirse produciendo un derrame de crudo incontrolado, estimado en 800 000 litros diarios, y una marea negra que causó daños ambientales irreparables.
Los anteriores son solo tres ejemplos de catástrofes por mareas negras. Desgraciadamente, hay muchos más: el desastre provocado por el Urquiola en 1976, en A Coruña, España; el Atlantic Empress en Tobago, en el 79; el barco Castillo de Bellver (Sudáfrica, 1983); ABT Summer (a 700 millas de Angola, 1991), o una de las más recientes, la del barco The Sanchi entre China y Japón en 2020.
Luchar contra estos «monstruos de petróleo» pasa irremediablemente por abandonar nuestra dependencia de los combustibles fósiles. El derrame de petróleo y sus derivados supone una seria amenaza para los océanos, el entorno marino y la vida que en ellos habita. Un riesgo demasiado alto.
Preguntas frecuentes
Las mareas negras, ¿se producen también tierra adentro?
Los vertidos de hidrocarburo tienen lugar asimismo en ríos y aguas dulces. El derrame de petróleo más grande de la historia en agua dulce fue causado por un buque de Shell, en Buenos Aires (Argentina), en febrero de 1999. El buque Estrella Pampeana chocó con el Sea Paraná, causando el vertido de casi 5 millones y medio de litros de hidrocarburos al Río de la Plata.
Dos días después del impacto, el petróleo alcanzó las costas del municipio de Magdalena, cubriendo una extensión de 30 km. El crudo entró en la desembocadura de arroyos y humedales, hasta 2 km adentro.
¿Cuánto duran las mareas negras?
La limpieza y recuperación de un derrame de crudo es difícil y depende de diversos factores: el tipo de petróleo derramado; la temperatura del agua, que influirá en la evaporación y la biodegradación, y los tipos de costas y playas involucradas. Los derrames pueden tardar semanas, meses o incluso años en eliminarse.
¿Cómo se elimina una marea negra?
Existen varios métodos: incendio controlado del crudo que se acumula en la superficie del agua; redes o mallas para contener la marea negra y evitar su dispersión; dispersantes, sustancias químicas que aceleran el proceso de dispersión natural o evitan que el crudo se torne más viscoso, y pozos aliviaderos, entre otros.