El cambio climático y la desaparición o falta de alimentos

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Los fenómenos clímaticos extremos, cada vez más habituales, tienen un impacto directo en el cultivo

 

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Además de un aumento de temperaturas, el cambio climático es responsable de que cada vez haya más eventos climáticos extremos como heladas, olas de calor, inundaciones o sequías. Todos estos fenómenos pueden tener un impacto en el cultivo y en la falta de alimentos. ¿Cómo afecta el calentamiento global a la producción del café, los aguacates o el cacao? Os lo explicamos.  

El cambio climático perjudica algunas zonas de cultivo y hace otras aptas para la producción

“Debido a que algunas plantas necesitan condiciones muy estrechas de humedad, temperatura o tipos de suelo para desarrollarse, su cultivo está restringido a determinadas áreas geográficas”, afirma Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y nutricionista. Por lo tanto, si las condiciones de dichas áreas cambian, pueden dejar de ser aptas para esos vegetales.

De hecho, el cambio climático ya ha afectado negativamente a la producción de trigo y maíz en muchas regiones, según un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Un informe de Naciones Unidas indica que en muchas regiones de latitudes más bajas los cultivos de maíz y trigo se han visto perjudicados por el cambio climático mientras que en aquellas de latitudes más altas, el rendimiento de algunos cultivos se ha visto afectado positivamente en las últimas décadas.

Los impactos del calentamiento global en los sistemas de producción agrícola “pueden ser directos o indirectos”. Los directos son aquellos causados por un cambio de las características físicas de los sistemas de producción agrícola. Por ejemplo, en los niveles de temperatura o en la distribución de las lluvias.

Los efectos indirectos son los que afectan a la producción “a través de cambios en otras especies como polinizadores, plagas, vectores de enfermedades y especies invasoras”.

Carlos Chevalier, técnico agropecuario, periodista y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, asegura que hay varios factores que pueden afectar a la disponibilidad de múltiples alimentos.

A la subida del nivel del mar se suma “la reiteración anual de lluvias torrenciales donde antes este fenómeno atmosférico era esporádico; la consecución de éstos diluvios con sequías persistentes en los siguientes meses; o la aparición de plagas y enfermedades de cultivos y ganado propias de determinadas latitudes en otras donde ahora el clima les es favorable”.

Falta de alimentos por el cambio climático: ¿cuáles son los más afectados? 

¿Qué tipos de alimentos podrían verse afectados por los efectos del cambio climático? “Los más sensibles a desaparición serían los procedentes de cultivos leñosos (frutales) y del ganado de pastoreo porque su ciclo biológico es de años y, si a ello se suma una pérdida de fertilidad en el suelo, su recuperación sobre el terreno puede llevar décadas o ser inviable económicamente”, afirma Chevalier.

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Plantación de olivos, uno de los cultivos leñosos más extendidos en España.

Pero “esto también podría ocurrir con cultivos herbáceos” si el calentamiento global provoca una disparidad térmica, una pérdida de fertilidad del suelo o una escasez o un exceso de agua.

Neus Marimon, investigadora agroalimentaria que nos ha prestado sus superpoderes, afirma que “existe una relación estrecha entre disponibilidad de agua y los cultivos y, por ende, con la disponibilidad de alimentos”. Un estudio publicado en New Phytologist indica que el cambio climático puede modificar los patrones estacionales de disponibilidad de agua.

El ganado, según Chevalier, también podría verse afectado tanto por la transformación de praderas como por la escasez de agua, forrajes o gastos en medicinas “causados por cambios drásticos atribuibles al clima”.

Del café a los aguacates o los anacardos: cómo influye el calentamiento global en su cultivo

El cambio climático dificulta el cultivo de productos como el café arábica, una de las variedades de café más consumidas en el mundo. Una investigación publicada en PLOS ONE estima que en el escenario más favorable las localidades climáticamente adecuadas para su cultivo en la actualidad disminuirán un 65% hasta 2080. En el peor de los casos, se reducirán al 100%.

Otro estudio publicado recientemente en la misma revista analiza cómo cambiarán las condiciones de cultivo del café, los anacardos y los aguacates en las próximas tres décadas. De ellos, el café será el más afectado por los efectos del calentamiento global en las principales regiones productoras.

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Plantación orgánica de café en Colombia

En el caso de los anacardos y los aguacates, se espera que algunas regiones  productoras experimenten un descenso de esos cultivos. Pero también se prevé que las áreas aptas para el cultivo se expandan a nivel mundial.  

El cambio climático también puede tener un impacto en la producción de cacao. Una investigación publicada en el marco del simposio internacional sobre investigación del cacao indica que en aquellas zonas donde se cultiva este producto probablemente disminuya la idoneidad climática.

Por ejemplo, en las regiones productoras de cacao de Ghana y Costa de Marfil, las temperaturas mínimas y máximas anuales aumentarán en las próximas décadas. Esto puede tener un impacto negativo en las regiones productoras de cacao, tal y como recoge un informe realizado por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).

El cambio climático es un riesgo emergente para la seguridad alimentaria

Además de afectar a la disponibilidad de ciertos alimentos, el cambio climático es uno de los riesgos emergentes para la seguridad alimentaria, según el Ministerio de Agricultura de España.

Un informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) indica que el cambio climático, y el aumento de la frecuencia y la intensidad de los fenómenos extremos que conlleva, ha repercutido negativamente en la seguridad alimentaria y los ecosistemas terrestres y ha contribuido a la desertificación y la degradación de la tierra en muchos países.

Si los cultivos o animales no se han nutrido convenientemente por los cambios en el terreno y en el clima, Chevalier explica que puede producirse una pérdida de nutrientes en frutas, verduras, legumbres, carne, huevos y leche.

Un artículo publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) indica que el cambio climático puede cambiar los niveles de micronutrientes y macronutrientes en alimentos y piensos.

 

“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.