Puede ser beneficioso para elaborar el proceso de duelo
El homenaje a un ser querido fallecido es una forma de honrar su memoria y mantener su legado vivo, una oportunidad para recordar las cosas por las que amábamos de esa persona y celebrar la vida que compartimos. Aunque es natural sentir tristeza y dolor por la pérdida, el homenaje puede ser una forma terapéutica de procesar la pérdida y encontrar consuelo.
Recuerdos compartidos
Una forma habitual de homenaje a un ser querido fallecido es a través de un servicio conmemorativo o funeral. Se trata de un evento que ofrece la oportunidad de reunir de nuevo a amigos y familiares y celebrar la vida de la persona fallecida. Los servicios conmemorativos pueden ser personalizados para reflejar los intereses, pasatiempos, logros y, en definitiva, la forma de la persona homenajeada, lo que hace que el evento sea muy significativo para quienes asistan.
En otros casos, los seres queridos optan por celebrar la vida de la persona fallecida a través de un evento más informal, menos estructurado. Por ejemplo, organizando una cena u otro tipo de reunión familiar en honor de la persona fallecida. Al asistir personas que lo conocían, es el mejor momento para compartir historias y recuerdos y así reconectar con aquellos que estuvieron cerca de la persona fallecida. Este sentimiento compartido nos ayuda mucho a elaborar la pérdida.
Otra opción es encargar un memorial o un monumento. Los monumentos pueden ser tan simples como una placa conmemorativa o tan elaborados como una escultura o un jardín. A no ser que se trate de una figura pública, lo normal en este caso es buscar un lugar privado para erigir el monumento. Es una forma de recordar a la persona fallecida que perdura en el tiempo. Estos actos, además, aportan un componente simbólico necesario en la elaboración del duelo.
En ocasiones, según la profesión de la persona que se quiere homenajear o sus aficiones y modo de vida, los familiares y amigos deciden crear un legado caritativo. Hay varias formas de hacerlo. Se puede establecer un fondo de becas o una fundación sin ánimo de lucro en honor a la persona fallecida. Es esta una forma significativa de honrar a la persona fallecida si su trabajo se ve reflejado en la fundación o las ayudas creadas como forma de trascender a través de un legado.
Otra forma de homenaje es mediante la creación de una obra de arte, ya sea una pintura, una escultura, una poesía o cualquier otra manifestación artística. Para quien cree la obra de arte, además, puede servir para procesar la pérdida de una forma terapéutica. Es un homenaje personal, único e imperecedero.
Encuentra el homenaje perfecto
Opciones, como vemos, hay para todas las sensibilidades. La clave está en encontrar un modo que encaje tanto con los gustos y modo de vida de la persona fallecida como con los seres queridos que organizan el homenaje.
Cabe señalar aquí que cada persona lidia con el duelo de manera diferente: unos encuentran consuelo en eventos públicos y conmemorativos mientras que otros prefieren honrar a la persona fallecida de manera privada. Es importante respetar los deseos de los demás y encontrar una forma de honrar a la persona fallecida que se sienta auténtica y significativa.
Homenajes a un fallecido de forma íntima y personal
No todos los homenajes tienen que ser públicos y compartidos con otras personas. También se puede recordar al ser querido que hemos perdido con pequeñas acciones en la vida cotidiana. Te ofrecemos, a continuación, algunas ideas al respecto:
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Reflejar en un papel, una lámina, un cuadro, una joya o incluso en el propio cuerpo mediante un tatuaje, una frase que esa persona dijera a menudo.
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Levantar un pequeño altar con objetos que pertenecían al fallecido.
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Reservar una silla en las celebraciones familiares y, si se desea, colocar una fotografía suya.
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Retomar algún proyecto inacabado de la persona que ha fallecido y llevarlo a buen término.
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Hablar con viejos amigos y familiares para que compartan sus vivencias con esa persona. Quizá se descubran anécdotas desconocidas.
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Escribir sobre la vida juntos. Más aún, pueden escribir varias personas para crear una biografía más completa del homenajeado.
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Celebrar su cumpleaños aunque ya no se encuentre entre nosotros.
Por qué realizar un homenaje a un ser querido
Homenajear a un ser que acabamos de perder puede ser muy beneficioso:
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Se crean recuerdos agradables de la persona.
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Sirve para enfrentarse al dolor de la pérdida.
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Se despide a la persona de forma personal.
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Ayuda a sanar.
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Se crea un mayor vínculo entre las personas vivas que conocían a esa persona.
El proceso de duelo
Por otra parte, es importante señalar que se debe cuidar de uno mismo durante el proceso de duelo. La pérdida de un ser querido puede ser un momento difícil y emocionalmente desafiante y es importante tomarse el tiempo necesario para procesar la pérdida y sobreponerse al dolor. Algunas personas pueden buscar el apoyo de amigos y familiares, mientras que otras pueden beneficiarse del apoyo de un terapeuta o consejero.
No hay que olvidar, por último, que una forma de cuidar de uno mismo durante el proceso de duelo es a través del cuidado personal. Esto puede incluir actividades como hacer ejercicio, meditar, pasar tiempo al aire libre o disfrutar de un pasatiempo que brinde alegría y distracción. También es importante asegurarse de mantener una dieta equilibrada y dormir lo suficiente, ya que el estrés y la tristeza pueden afectar la salud física y mental.
En resumen, homenajear a un ser querido fallecido puede ser una forma poderosa de honrar su memoria y encontrar consuelo en momentos de dolor y pérdida. Ya sea a través de un servicio conmemorativo, un monumento, una obra de arte o cualquier otra forma de homenaje, lo importante es encontrar una forma que se sienta auténtica, honesta y significativa en relación con la vida del homenajeado. Para que te puedas ocupar de todo ello con tranquilidad, DKV ofrece un seguro de decesos con un servicio de planificación del funeral.
Preguntas frecuentes sobre cómo realizar un homenaje a un ser querido fallecido
¿Qué escribir para recordar a un ser querido que ha fallecido?
Hay algunas frases que pueden servir de recuerdo ante la pérdida de un ser querido: “Tus valores siguen entre nosotros y te hacen inmortal”, “Nos separó la muerte, pero el amor nos mantiene unidos”, “Quererte fue fácil, olvidarte será imposible”, “Nos diste belleza a las personas que te conocimos y tu legado vivirá para siempre”.
¿Cómo escribir la biografía de un ser querido fallecido?
Ya sea escrita por una persona o por sus amigos y familiares, es recomendable seguir una estructura para la biografía: fecha, lugar y procedencia de los familiares ascendentes, formación, trabajos y obras, acontecimientos más importantes, anécdotas y lugar, fecha y causa del fallecimiento.
¿Cómo se llama el poema dedicado a un ser querido que ha fallecido?
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, la elegía es una “composición lírica en que se lamenta la muerte de una persona o cualquier otro acontecimiento infortunado”.
Fuentes:
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