Planificación del funeral: una despedida que nos represente
Planificar y decidir cómo queremos que sea nuestro funeral es un acto de generosidad y responsabilidad para legar a nuestros seres queridos
Pensar en nuestro último día puede resultar incómodo y generar miedo o angustia aunque, todos sabemos que es algo inevitable que ocurrirá tarde o temprano. En nuestra cultura, el tabú de la muerte está fuertemente arraigado y no abundan las conversaciones sobre cómo quisiéramos despedirnos y mucho menos sobre la planificación del funeral, ya sea nuestro o de una tercera persona.
La vida es una toma constante de decisiones, ¿por qué dejamos de lado, a elección de otros o a veces incluso al azar, uno de sus episodios más importantes, nuestro funeral? Aunque la idea de planificar nuestro propio sepelio puede resultarnos desconocida y generar cierto rechazo, se trata de un gesto de amor y generosidad hacia nuestros seres queridos, hacia el planeta y también hacia nosotros mismos.
Hablar de la muerte
Quién no ha estado en una comida o reunión familiar en la que de repente alguien, por ejemplo uno de los mayores de la familia, irrumpe con la frase: “El día que me muera…”. Automáticamente, las demás personas intentamos zanjar el tema alegando que no va a pasar nada o, al menos, no todavía. Postergamos esa conversación porque hablar de la muerte de nuestros seres queridos, o de la nuestra propia, nos resulta difícil de gestionar emocionalmente.
Tendemos a evitar conversar sobre la muerte en el transcurso de nuestra vida y, aunque esta evasión nos puede generar cierta tranquilidad, cuando la muerte se acerca, generalmente nos coge desprevenidos y nos acecha la incertidumbre: ¿qué hubiera preferido?, ¿estamos cumpliendo su voluntad? Demasiadas responsabilidades y demasiadas decisiones importantes que tomar en un momento complicado, doloroso y vulnerable.
Puede no ser fácil pensar en cómo nos gustaría que fuese el final de nuestra vida: decidir cómo queremos morir, qué cuidados queremos recibir o qué queremos que sea de nosotros. Sin embargo, tomar estas decisiones cuando no hay la urgencia aliviará a nuestros familiares. Y podemos plantearnos nuestra última celebración de la vida para que sea personal, única, significativa y coherente con nuestros valores.
Beneficios de la planificación del funeral
Muchos de nosotros hemos vivido la experiencia de tener que organizar la despedida de otro ser querido y sabemos lo difícil que puede resultar el sentarse delante de un desconocido a decidir los detalles de la ceremonia mientras miramos ausentes un catálogo. Escoger cada uno de esos detalles, tomar cada una de esas decisiones es un obstáculo más en el camino de dolor que estamos viviendo en ese momento.
Para evitar que nuestros seres queridos pasen por una situación similar, podemos tomar la decisión de organizar nuestro propio funeral en vida. Tiene sus ventajas:
-
Se trata de un último acto de amor y generosidad hacia nuestros familiares. Llegado el momento de nuestro final, no tendrán que decidir por nosotros.
-
Planificar el funeral nos permite elegir productos y servicios funerarios, y definir los aspectos más vivenciales de la ceremonia para que vaya más acorde con quiénes somos y nuestros valores. Una ceremonia que no resulte extraña para nuestros familiares.
-
Durante la planificación del funeral con antelación podemos hacer que nuestra despedida cause el menor impacto ambiental posible en el planeta. Desde hace un tiempo existen los funerales ecológicos, un servicio funerario que se caracteriza por reducir al mínimo la huella ambiental de los productos y servicios que intervienen en un sepelio.
¿Qué elementos podemos tener en cuenta para planificar el funeral?
Las prisas del actual sistema funerario, junto con la emotividad del momento dificultan la reflexión y la planificación del funeral. Es por eso que, a veces, después de la ceremonia, se nos ocurren ideas que el difunto o nosotros mismos hubiésemos preferido.
Puntos como estos sobre la planificación del funeral también agilizarán la toma de decisiones a las que tendrá que enfrentarse nuestra familia:
-
¿Incineración o entierro?
Una de las primeras decisiones que debemos tomar es si preferimos la inhumación o bien la cremación. Tanto en un caso como en el otro intervienen distintos elementos que también deberemos elegir. Por ejemplo, si deseamos ser enterrados, podemos decidir dónde queremos que esté la sepultura. En caso de ser incinerados, podemos elegir qué hacer con las cenizas resultantes: ¿esparcirlas en la naturaleza?, ¿enterrarlas?, ¿conservarlas?
-
¿Parlamentos, discursos, música?
Muchas veces, nos resulta complejo expresar con palabras nuestros sentimientos, y más en un funeral, en el que la tristeza y las emociones nos invaden y pueden bloquearnos. Existen múltiples opciones en cuanto a compartir unas palabras durante el sepelio: desde dejar escritos nuestros pensamientos o alguna experiencia vivida, hasta avisar a personas queridas para hacerles saber que queremos que hablen en nuestra ceremonia.
Del mismo modo, también podemos escoger si queremos música o no. De nuevo, las opciones son varias: anotar nuestras canciones favoritas para que suenen durante la ceremonia, instrumentos en directo, amigos que canten, o incluso dejar grabado un mensaje de voz.
-
Elementos propios de un funeral y decoración
Hay otros elementos que forman parte de la ceremonia y que pueden llegar a personalizarla. Desde escoger el tipo de ataúd o cómo nos gustaría que fuese (por ejemplo, de madera certificado que proviene de bosques sostenibles), decidir el texto o mensaje que aparece en los recordatorios o bien si tenemos otras ideas. Por ejemplo, un sobre con semillas de nuestro árbol o planta favorita a modo de recordatorio o pensar si queremos decoración vegetal con flores de proximidad, plantas aromáticas, plantas vivas, etc.). Actualmente, también existen cementerios ecológicos que priman la sostenibilidad.
-
Otros puntos a tener en cuenta en la planificación del funeral
Existen otros aspectos en los que también podemos reflexionar para facilitar la toma de decisiones de nuestra familia. Es el caso de la donación de órganos o tejidos, el testamento vital (en el que damos a conocer qué atenciones médicas deseamos recibir en caso de no poder expresarnos) o el final de nuestra huella digital en Internet.
DKV Seguros, pionero en ofrecer un servicio de planificación del propio funeral
En España, más de 20 millones de personas tienen pólizas de decesos y, aunque el 60% de los funerales están costeados por una aseguradora, la mayoría de los clientes no planifica su funeral ni concreta los detalles del mismo. Ante esta necesidad, en DKV hemos incorporado un servicio de planificación del funeral en nuestro seguro de decesos, una prestación única y pionera que facilita la toma de decisiones a las familias en un momento de alta emotividad como es un sepelio.
A través de un planificador, se ofrecen sugerencias para ayudar a los clientes a reflexionar y decidir todos los elementos que intervienen en un funeral. Desde una perspectiva ambiental y emocional, facilita diseñar una despedida única, significativa y coherente con los valores del asegurado, siempre velando por la intimidad del contenido y favoreciendo una experiencia personalizada. Desde el área de cliente de DKV, los contenidos se pueden editar tantas veces como sea necesario y el documento con los deseos puede compartirse con quien los usuarios consideren.