El cambio climático aumenta la temperatura del agua de los lagos y disminuye los niveles de oxígeno, afectando a la biodiversidad
Ya os hemos explicado por qué el cambio climático puede afectar al nivel y al color del mar. El calentamiento global también tiene efectos en otros cuerpos de agua. Por ejemplo, en los lagos. Además de producir un aumento significativo en la temperatura del agua, puede provocar una proliferación de las algas y bacterias que amenace la biodiversidad y la calidad del agua potable.
Los lagos pierden agua y se calientan por el cambio climático
El calentamiento global puede ser responsable de intensas olas de calor y largos periodos de sequía, tal y como indica una revisión publicada en Science. “Con ello, los lagos y los torrentes de agua fresca sufren periodos más intensos de calor, lo que conlleva a una reducción de la cantidad de agua (desertificación), pero además a un aumento significativo de su temperatura”, afirma a Maldita.es Alicia Bayón Sandoval, doctora en Ingeniería Química y Ambiental y maldita que nos ha prestado sus superpoderes.
La experta hace referencia a un estudio realizado por la NASA en el que se utilizaron datos satelitales de temperatura y mediciones terrestres recopilados durante 25 años de 235 lagos en seis continentes. Los autores concluyen que los lagos se están calentando un promedio de 0,34 grados cada 10 años.
La temperatura del agua es una propiedad física importante de cada lago. Así lo indica la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, que asegura que “muchas plantas, animales y otros organismos prosperan solo en un rango específico de temperaturas del agua”.
La biodiversidad puede verse afectada por la pérdida de oxígeno de los lagos
Las temperaturas más altas promueven además el crecimiento de algas y bacterias. La NASA prevé que durante el próximo siglo puede aumentar un 20% la proliferación de algas que “pueden sustraer el oxígeno del agua”. También prevé que las algas tóxicas para los peces y los animales aumenten un 5% en el próximo siglo.
Un estudio publicado en la revista Nature destaca que la desoxigenación de los lagos debida al cambio climático podría deberse, además, a un incremento de los días de estratificación. “La estratificación se refiere a la tendencia que tienen los lagos a formar distintas capas en base a variaciones de temperatura”, cuenta Bayón.
Cuanto más dure la estratificación, es menos probable que se produzca una mezcla entre capas que permita que el oxígeno de la superficie llegue a las profundidades. Entre 1970 y 1999, en los lagos del hemisferio norte la estratificación solía comenzar entre marzo y julio y terminar entre junio y diciembre.
Los autores del estudio indican que, en un escenario de altas emisiones de gases de efecto invernadero, a finales de este siglo la estratificación puede comenzar hasta unos 22 días antes y finalizar 11 días después de lo habitual. Según señalan, es muy probable que esta prolongación de la estratificación acelere la desoxigenación de los lagos.
Una reducción de los niveles del oxígeno disuelto en el agua puede afectar negativamente al crecimiento y la productividad de otras formas de vida acuática. “Los efectos del cambio climático en los lagos podrían suponer una pérdida de biodiversidad enorme”, afirma Bayón.
Los cambios provocados por el cambio climático pueden afectar a toda la cadena alimentaria
La base de la cadena alimenticia en estos lagos es la productividad de las algas. Un equipo de científicos del Instituto de Investigación Tecnológica de Michigan analizó los cambios producidos entre 2003 y 2018 en 11 de los lagos más grandes del mundo (que contienen más del 50% del agua dulce superficial y de los que dependen millones de personas).
“Medimos la tasa de fijación de carbono, que es la tasa a la que las algas realizan la fotosíntesis en estos lagos. A medida que esa tasa cambia, ya sea que aumente o disminuya, significa que todo el lago está cambiando, lo que tiene ramificaciones en toda la cadena alimentaria, desde el zooplancton hasta los peces”, afirma Gary Fahnenstiel, coautor del estudio y científico jubilado del Laboratorio de Investigación Ambiental de los Grandes Lagos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EEUU.
Entre los factores que afectan a estos lagos, estarían el aumento de nutrientes (la eutrofización puede hacer que las plantas y otros organismos crezcan en abundancia y consuman una gran cantidad del oxígeno disuelto en el agua), las especies invasoras y el calentamiento global.
“Tres de los lagos más grandes del mundo están mostrando cambios importantes relacionados con el cambio climático, con un cambio de entre el 20% y el 25 % en la productividad biológica general en los últimos 16 años”, explica Fahnenstiel.
Algunas toxinas pueden contaminar los suministros de agua potable
Las toxinas producidas por la proliferación de algas y bacterias dañinas pueden causar “enfermedades en los usuarios recreativos y contaminar los suministros de agua potable”, según la EPA.
Bayón asegura que en muchos lagos y ríos en EEUU, a causa del crecimiento desproporcionado de algas, “prolifera la propagación de cianobacterias que son extremadamente tóxicas para el hombre (contienen compuestos de cianuro o cianotoxinas, un elemento químico neurotóxico que es mortal en pequeñas concentraciones para peces, pájaros y mamíferos)”.
Las personas expuestas a las cianotoxinas por beber agua contaminada pueden experimentar dolor de estómago, dolor de cabeza, síntomas neurológicos (por ejemplo, debilidad muscular o mareos), vómitos, diarrea y daño hepático.
“Estas toxinas son muy complicadas de eliminar, en muchos casos dejando por inservible la corriente de agua potable que las contiene, provocando una reducción de la cantidad de agua disponible para el consumo”, afirma.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.