Por su situación geográfica, la sequía es un fenómeno relativamente común en la península ibérica
¿Qué se entiende por sequía y por qué se produce?
Una sequía es un rasgo del clima caracterizado por la insuficiencia temporal de agua, en relación con el suministro normal, en un periodo de tiempo dado. Una situación anormal que se da durante un periodo prolongado y sobre una determinada región geográfica, que se caracteriza por la escasez de lluvias respecto al patrón habitual.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), este evento climatológico «supone una anomalía transitoria, más o menos prolongada, caracterizada por un periodo de tiempo con valores de las precipitaciones inferiores a los normales en el área».
En una sequía pueden estar involucrados factores tanto naturales como antropogénicos. No obstante, la causa primera es la ausencia o insuficiencia de precipitaciones (sequía meteorológica), que puede derivar en una escasez de recursos hídricos (sequía hidrológica) necesarios para abastecer la demanda.
¿Cómo afecta la sequía? Consecuencias
Las sequías están aumentando su frecuencia e intensidad por el cambio climático. De hecho, son uno de los fenómenos extremos que más problemas provocan y se espera que provoquen en las próximas décadas. Entre sus consecuencias cabe citar:
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Daños en el hábitat y afectación a la vida silvestre.
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Merma de la producción agrícola y empobrecimiento de la ganadería. Una de las consecuencias de las altas temperaturas y la falta de lluvia es una tierra erosionada, con muy pocos nutrientes y donde es muy difícil que algo crezca.
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Deshidratación y malnutrición. En casos severos, hambrunas debidas a la pérdida de cultivos y la escasez de agua y alimentos.
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Inestabilidad social. Desplazamientos internos, migraciones masivas y conflictos bélicos por los recursos naturales.
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Cuando la sequía afecta a terrenos desertificados y erosionados, pueden producirse tormentas de arena, fenómenos meteorológicos que dificultan la visión y la respiración. Estas tormentas de polvo pueden asimismo agravar enfermedades respiratorias como el asma, dañar la función pulmonar e incluso producir la muerte.
¿Qué hacer en caso de falta de agua? Medidas de ahorro
Instituciones y organizaciones ecologistas apuestan desde hace décadas por concienciar en el ahorro de agua. Y al parecer algo hemos avanzado. Nuestro gasto de agua se ha reducido en los últimos años. Los ciudadanos estamos razonablemente concienciados, dicen los expertos. En 2001 nuestro consumo medio era de 165 litros por persona al día y hemos pasado a 133 litros por persona y día.
Con todo, queda camino por recorrer. Según el MITECO, en España el abastecimiento urbano supone el 15,5 % de toda el agua que utilizamos; más del 80 % es para regadío y usos agrarios, y el 4 % para uso industrial. De ese consumo urbano, conforme a datos del INE, la mayor parte se la llevan los hogares (72 %); el resto corresponde a sectores económicos y consumo municipal.
Reutilización y reciclado del agua en hoteles, restricciones municipales a su uso recreativo… En algunos lugares ya se toman medidas para optimizar el consumo y mitigar los efectos de las sequías. Además, se prevé que en el futuro se implanten sistemas más eficientes de uso del agua, como circulación de aguas grises en los hogares o grifos «inteligentes». Medidas que, junto con las que ponemos en marcha en casa, son esenciales para paliar las consecuencias de la sequía.
El agua figura en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Entre las metas del ODS 6 de la ONU está la de aumentar el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores. Cada uno, desde nuestro ámbito, podemos colaborar en su gestión. Toma nota de los siguientes consejos para ahorrar agua en casa de forma fácil; acciones sencillas para un consumo más responsable del agua en tu hogar:
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Dúchate en lugar de bañarte
Para llenar una bañera se necesitan alrededor de 200 litros de agua; para una ducha de 5 minutos, unos 50 litros.
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Si el agua caliente tarda en llegar…
No la malgastes. Recoge el agua de la ducha hasta que sale caliente en un cubo o barreño y utilízala para la cisterna, para limpiar o regar las plantas.
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Abre el grifo solo cuando es necesario
Ciérralo mientras te enjabonas, afeitas o te lavas los dientes.
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No uses el inodoro como papelera
Coloca una pequeña papelera en el baño para tirar los residuos sólidos, como toallitas húmedas, tampones o bastoncillos para los oídos.
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Introduce una botella en la cisterna del WC
Cada vez que la acciones, ahorrarás el equivalente en agua a su capacidad.
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Electrodomésticos eficientes
Elige modelos de lavadora o lavavajillas de bajo consumo. Ponlos siempre llenos y en programas de lavado eficientes.
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Evita fugas
Si detectas una fuga, repárala cuanto antes. Un grifo que gotea pierde unos 30 litros de agua al día.
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Coloca dispositivos de ahorro en los grifos
Como aireadores o perlizadores. Son baratos, su instalación es muy sencilla y ahorran hasta el 60 % del caudal.
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Lava el coche con cubo y bayeta
Limpia tu vehículo con un cubo, esponja y una bayeta. Con manguera se consume hasta diez veces más.
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Sé ‘eco-lógico’ también de vacaciones
Cuando salimos de viaje, nuestro gasto se duplica. Un turista puede gastar hasta 300 litros de agua diarios. Según un estudio de Barcelona Regional, cada turista en hoteles de lujo consume de media cinco veces más que un vecino de la ciudad.
El cambio climático está cambiando los patrones del tiempo, advierten los científicos. Las lluvias ya no llegan cuando se las espera; llegan tarde o no llegan. Debemos adaptarnos a las nuevas condiciones para hacer frente a la sequía. El agua es un bien preciado y escaso, un recurso de todos y que entre todos debemos salvaguardar.
Preguntas frecuentes sobre las sequías
¿Cuáles son los tipos de sequía?
Los tipos principales de sequía son:
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La sequía meteorológica (sequía prolongada): se produce cuando durante un periodo de tiempo dilatado hay menos cantidad de precipitación de lo que corresponde al lugar o área geográfica.
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La sequía hidrológica (escasez): consecuencia de la anterior, tiene lugar cuando las reservas de agua están por debajo de la media y pueden darse problemas para atender las demandas.
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La sequía agrícola: aquella que afecta a los cultivos y la ecología de la zona.
¿En qué se diferencia la sequía de la aridez?
Ambas son situaciones naturales. Si bien, la sequía es una anomalía suficientemente prolongada pero transitoria mientras que la aridez es una situación estructural de un territorio y, por lo tanto, permanente.
¿Cómo se mide una sequía?
No hay un único criterio para determinar el momento de inicio, final y la intensidad de una sequía. Pues esta depende, entre otras cosas, del clima o condiciones climatológicas de cada región.
Existen diversos indicadores, como el índice de precipitación estandarizado (SPI, por sus siglas en inglés) o el índice estandarizado de precipitación y evapotranspiración (SPEI).