Sénior activo: salud, vitalidad y energía para disfrutar de la vida

Conoce los pilares para cuidar la alimentación, bienestar emocional y físico de la  etapa de sénior activo

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¿Es cierto que los 50 son los nuevos 30? Hoy es muy común ver personas entre 50-60 años y en adelante que parecen mucho más jóvenes. Son los nuevos séniors activos, que siguen realizando las actividades que aman hacer. Y es que ya no hay razón para dejar de vivir plenamente y disfrutar de cada momento, sin importar cuántos años hayan pasado.

Con el paso del tiempo, se producen cambios en nuestro organismo, como la disminución del metabolismo y los cambios hormonales, a los se suman los malos hábitos alimentarios y la vida sedentaria ―bastante comunes en nuestro estilo de vida actual―, que pueden tener consecuencias sobre nuestra salud y nuestro bienestar. Sin embargo, si prestamos atención a nuestra calidad de vida, a nuestra alimentación y a la actividad física que realizamos, podemos vivir de una forma más saludable, previniendo problemas de salud a largo plazo.

Descubre cómo la figura del sénior activo nos demuestra que, con unos pocos cambios en nuestros hábitos diarios, es posible mantenerse activo y saludable en todas las etapas de la vida y así disfrutar de una vida plena, también a partir de los 50.

La población activa se está volviendo sénior rápidamente

En el año 2030, todos los “Baby Boomers” ―los nacidos entre 1949 y 1965― tendrán 65, y los primeros Millennials ―los nacidos entre 1981 y 1994― cumplirán 50. Estas personas constituyen un fragmento activo importante en nuestra sociedad, por lo que la transición de una mayor cantidad de trabajadores hacia la categoría sénior plantea varios desafíos en aspectos económicos, sociales y de salud.

Sin embargo, los nuevos séniors activos poseen una elevada educación y un control de los medios digitales, por lo que son capaces de evaluar y acceder a información sobre su propia salud, así como de aplicarla, para poder seguir teniendo una vida plena a largo plazo.

¿Cómo vivir plenamente a partir de los 50 años?

Vivir como un sénior activo implica adoptar un estilo de vida que promueva la salud física, mental y emocional para disfrutar de una vida longeva y plena. Se trata de dejar atrás la excusa de los años y sumergirse en la vida, aprovechando cada experiencia para disfrutar al máximo.

Y es que, a día de hoy, contamos con recursos y estrategias que puedes aplicar en tu vida diaria para agregar más vida a tus años ―y no solo más años a tu vida―. Aquí te resumimos los principales aspectos que debes tener en cuenta:

Alimentación saludable

Más que nunca es importante cuidar la dieta: si aún no has empezado a llevar una dieta mediterránea rica en alimentos frescos, este es el mejor momento para empezar y así evitar el sobrepeso, la pérdida muscular y el desarrollo de enfermedades metabólicas y crónicas que en un futuro pueden hacer que desistas de hacer ese viaje que siempre quisiste hacer.

Actividad física

Muchas personas dejan de realizar ejercicio por temor a sufrir accidentes. Sin embargo, a partir de los 50 años, es fundamental mantenerse activo para fortalecer los músculos y los huesos con el objetivo de prevenir problemas en un futuro como, por ejemplo, las caídas. En este sentido, se recomienda el fortalecimiento muscular, sobre todo de los músculos más grandes del cuerpo, como el bíceps y los glúteos. Para ello, puedes hacer sentadillas o poner en práctica ejercicios de fuerza.

Lo importante es que, sea cual sea la actividad que escojas, te asegures de que trabajas los siguientes aspectos:

  • Estabilidad

  • Fuerza

  • Eficiencia y rendimiento aeróbico

  • Eficiencia y rendimiento anaeróbico

¿Todavía no practicas un deporte? Ahora es un buen momento para hacerlo: apúntate a una clase de tenis, uno de los mejores deportes para fortalecer las piernas y brazos, así como para disfrutar de los beneficios de la interacción con otras personas.

Fisiología del sueño

La duración, profundidad, continuidad, y regularidad del sueño son importantes para la regeneración del cuerpo y para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Sin ir más lejos, dormir bien ayuda a prevenir enfermedades y a evitar cambios en el estado de ánimo.

Bienestar emocional

El aspecto emocional también es una de las claves de la vitalidad del sénior activo. Y es que sentirse útil o que tenemos una misión en la vida es lo que nos mantiene con fuerzas a lo largo de los años y nos permite seguir creciendo, disfrutando de la vida y ayudando a los demás en los momentos más difíciles.

¿No sabes cómo puedes recuperar o cuidar tu equilibrio emocional? Una de las herramientas más importantes es la práctica de la meditación. No obstante, también puedes participar en actividades sociales o rodearte de una red familiar y de amistades afectuosa y cercana que te ayudan a dar sentido a la vida.

Lecciones de las zonas azules para el sénior activo

Se ha descubierto que los centenarios de algunas zonas del mundo, conocidas como zonas azules, como es el caso de los de la Cerdeña u Okinawa, tienen una combinación de hábitos que son la clave de su salud y longevidad (incluso más allá de los 100 años).

Estos hábitos, caracterizados por su simplicidad y su poder transformador en la calidad de vida, ofrecen una visión sobre cómo vivir una vida plena. A continuación, te presentamos algunos de ellos:

  • Vivir más cerca de la naturaleza

  • Compartir un profundo amor con la familia y amigos

  • Seguir una dieta sencilla y natural

  • Moverse a diario

  • Reírse

  • Descansar

Como se puede ver, las lecciones de las zonas azules son valiosas y se pueden resumir en un punto: disfrutar de la vida. No obstante, para ello, es necesario cultivar hábitos que nos permitan llegar a ser séniors activos llenos de vitalidad y que disfrutan de lo que hacen.

Tener una vida plena y saludable que trasciende la edad no es imposible si se lleva una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y grasas saludables, como la dieta mediterránea; se mantiene la actividad y se refuerza el equilibrio y la fuerza muscular para prevenir accidentes y la fragilidad; se cuida la calidad del sueño, y se controla el estrés para reforzar el sistema inmunitario y prevenir enfermedades.

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