En un mundo de cambios constantes, el bienestar emocional se presenta como un faro que ilumina nuestro camino hacia una vida más plena y satisfactoria. Sin embargo, a diferencia de lo que se suele concebir, este no es un destino final al que aspirar, sino que se trata de un proceso continuo de autocuidado diario y de aprendizaje de nuevas herramientas para gestionar nuestras emociones y convivir con los desafíos de nuestra vida cotidiana. Al fin y al cabo, la vida no se trata solo de cómo nos sentimos en los momentos de alegría, sino de cómo aprendemos a lidiar con las adversidades y a encontrar la serenidad incluso en medio de la tormenta. ¿Quieres saber cuidar el bienestar emocional? Sigue leyendo.

¿Qué es el bienestar y el autocuidado emocional?

El bienestar emocional es un estado subjetivo de satisfacción y tranquilidad interior en el que la persona logra controlar sus emociones, contribuyendo así a una buena salud general.

Este se alcanza a través de acciones, conocidas como autocuidado emocional, que consisten en prácticas y decisiones conscientes que emprendemos para prestar atención a las emociones, comprenderlas y gestionarlas de manera saludable, con el fin de preservar y mejorar nuestra salud física, emocional y mental, esto es, alcanzar un equilibrio emocional.

De este modo, para mejorar el bienestar emocional, hay que comprender qué sentimientos nos afectan, tanto los agradables como los desagradables, y aprender estrategias eficaces para controlar las emociones, los sentimientos y las relaciones sociales.

Además de reconocer, comprender y gestionar las emociones, el bienestar emocional está influenciado por varios aspectos que se pueden trabajar, como el estado físico, la situación económica, el bienestar social y el psicológico, la autorrealización laboral y la satisfacción con la vida.

Mejorar el bienestar puede:

• Ayudar a entender ciertos sentimientos.

• Enseñar estrategias para gestionar las emociones.

• Contribuir a manejar mejor las relaciones personales y a saber expresar las emociones.

¿Por qué es tan importante el autocuidado emocional?

El bienestar emocional influye en nuestra salud general, ya que si tenemos un buen autocuidado, esto es, hábitos de vida saludables como un buen descanso, la práctica de deporte, una alimentación adecuada y técnicas de relajación, prestamos más atención a nuestras emociones y reducimos aquellas más desagradables. De esta manera, reducimos el riesgo de sufrir algunas enfermedades, como cardíacas o psicológicas.

Las reacciones emocionales prolongadas en el tiempo mantienen niveles de activación fisiológica intensos que pueden deteriorar la salud general, si estas se cronifican, favoreciendo la vulnerabilidad al desarrollo de enfermedades infecciosas, hipertensión arterial, aumento de la frecuencia cardiaca o tensión muscular.

Además, el autocuidado emocional es importante porque también afecta directamente a nuestra calidad de vida y a las relaciones que tenemos con los demás. Reprimir las emociones acarrea consecuencias negativas para la salud mental, acumulando estrés y ansiedad.

Asimismo, no gestionar de forma correcta las emociones puede generar alteraciones del funcionamiento cotidiano. En este sentido, puede afectar la concentración, la toma de decisiones, el mantenimiento de las relaciones y la realización de tareas cotidianas. Además, puede provocar trastornos del sueño, pérdida de apetito, cambios de humor y disminución de la energía.

Por otro lado, no tener una buena gestión emocional puede causar reacciones físicas, como dolor de cabeza, problemas gastrointestinales, aumento de la tensión arterial y disminución del sistema inmunitario. Además de la repercusión que tiene en la salud física, también la tiene en la salud mental, pudiendo aumentar el riesgo de desarrollar problemas como depresión, ansiedad, trastornos alimentarios o trastornos por abusos de drogas.

Otros beneficios del autocuidado emocional son los siguientes:

• Reduce el estrés y la ansiedad.

• Mejora la autoestima y confianza.

• Contribuye a una mayor claridad mental y concentración.

• Mejora las relaciones interpersonales.

• Incrementa la resiliencia emocional.

• Fomenta la empatía y compasión.

Consejos para desarrollar un buen autocuidado

¿No sabes por dónde se puede empezar? Te presentamos algunos consejos y hábitos para tener un buen autocuidado. La clave principal es mantenerse constante y adaptar estos consejos a nuestro estilo de vida.

• Practica mindfulness o alguna técnica de relajación. Tómate unos minutos al día para enfocarte en el presente y observar pensamientos y emociones sin juzgarlos. Con la ayuda de las técnicas de relajación, puedes reducir la ansiedad y mejorar la claridad mental.

• Realiza autorreflexión y autodescubrimiento. Lleva un diario de emociones para, de forma cómoda y segura, tomar conciencia de tus emociones, expresarlas y enfocarte en las soluciones. Anota tres veces al día cómo te sientes: por la mañana, al mediodía y por la noche. Además, escribe qué acciones has tomado para gestionar dichas emociones y, al final de la semana, evalúa cómo ha ido y si has obtenido algún aprendizaje. Considera qué podrías haber hecho para mejorar la gestión de emociones y enfócate en buscar otras herramientas que te sean más útiles.

• Mantén un estilo de vida saludable. Cuidar tu cuerpo mediante una alimentación saludable y una buena higiene del sueño y mantente activo físicamente. Esto te ayudará a regular emociones como la ira, agresividad, estrés, ansiedad y depresión. Si no eres muy activo físicamente, sal a caminar al menos 20 minutos cada día. Si ya eras activo, haz deporte al menos 3 días a la semana. Además, organiza cada domingo un menú semanal a partir de alimentos saludables.

• Dedica tiempo a actividades que te brinden alegría y satisfacción. Una vez a la semana, busca un pasatiempos, como una excursión al aire libre, o disfruta de momentos de tranquilidad.

• Establece una rutina de autocuidado diario. Por la mañana, no desayunes mirando el móvil y practica una técnica de relajación durante 10 minutos antes de ir a trabajar. Asimismo, por la tarde, reserva unos minutos para practicar actividades relajantes como leer o caminar.

• Comparte tus emociones con personas cercanas o busca asesoramiento psicológico siempre que sea necesario.

Como has visto, el bienestar emocional va más allá de la salud mental, afectando a la salud en general. Para desarrollar un buen bienestar emocional, puedes practicar el autocuidado emocional con actividades de ocio, técnicas de relajación, un diario de emociones y, si es necesario, buscar asesoramiento psicológico.

No obstante, también es necesario llevar este autocuidado emocional a otros ámbitos más allá del personal, como el entorno laboral, ya que el trabajo ocupa gran parte de nuestra vida. Es importante mantener un equilibrio entre nuestras responsabilidades profesionales y la salud mental. Para lograrlo, establece límites entre ambas esferas, organiza las tareas en orden de prioridad, tómate pausas y descansos cuando lo necesites durante tu jornada laboral y participa en actividades que fomenten el bienestar en el trabajo.