¿Sabías que más del 60 % de las consultas médicas podrían resolverse sin que el paciente acuda a un centro de salud? Con el avance de las tecnologías digitales, la telemedicina se ha convertido en una solución eficaz, rápida y segura para miles de personas.

Un informe de la Comisión Europea (2024) destaca que el 91 % de los países europeos ya integran servicios de salud digital, y se espera que esta cifra crezca aún más. Además, el uso de teleconsultas se disparó tras la pandemia y ha seguido creciendo gracias a su comodidad y eficacia.

Pero, ¿telemedicina qué es exactamente? ¿Y qué beneficios tiene para ti como paciente?

¿Qué es la telemedicina y para qué sirve?

La telemedicina es la prestación de servicios médicos a distancia utilizando tecnologías de la información y la comunicación. Es decir, permite consultar con profesionales de la salud sin tener que estar físicamente en el mismo lugar.

Principalmente se usa para:

• Realizar consultas médicas generales o especializadas.

• Hacer seguimiento de enfermedades crónicas.

• Obtener una segunda opinión médica.

• Recibir orientación diagnóstica o terapéutica.

La telemedicina es muy útil para acercar la atención sanitaria al paciente esté donde esté.

¿Qué dice la OMS sobre la telemedicina?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la telemedicina como un elemento estratégico para lograr una atención médica más equitativa y universal.

Según su estrategia global de salud digital 2020–2025:

“La telemedicina puede ayudar a superar barreras geográficas, económicas y sociales, y mejorar la eficiencia del sistema de salud”.

¿Cuáles son los principales beneficios de la telemedicina?

Cada vez más personas valoran la telemedicina como una opción cómoda y segura debido a sus beneficios: 

• Rapidez: evita desplazamientos y reduce tiempos de espera.

• Acceso desde cualquier lugar: ideal en zonas rurales o con movilidad reducida.

• Prevención y control: seguimiento constante en enfermedades crónicas.

• Ahorro de costes: menos visitas presenciales y menor uso de recursos.

Además, mejora la conciliación de la vida personal y laboral, ya que permite ajustar las consultas al horario del paciente.

¿Qué se necesita para hacer telemedicina?

Uno de los puntos fuertes de la telemedicina es su accesibilidad. Para poder utilizarla, solo necesitas:

• Un dispositivo con conexión a internet (móvil, tablet o ordenador).

• Una plataforma segura de videollamada o consulta online.

• Un entorno privado y tranquilo para garantizar la confidencialidad.

¿Cuáles son los 3 tipos de telemedicina?

La telemedicina incluye varias formas de atención médica. Estas son las más utilizadas:

1. Teleconsulta

Es la forma más conocida. El paciente se comunica con el médico en tiempo real mediante videollamada o teléfono. Se utiliza para diagnósticos, seguimientos y tratamientos.

2. Telemonitorización

Permite controlar desde casa parámetros como la tensión, glucosa o frecuencia cardíaca. La telemonitorización es muy útil en pacientes con enfermedades crónicas o convalecientes.

3. Teleexperticia

Comunicación que se da entre profesionales sanitarios. Un médico consulta a otro experto (por ejemplo, un radiólogo) para analizar una prueba y tomar decisiones clínicas más precisas.

Estas modalidades no solo agilizan la atención, también la hacen más segura y colaborativa.

La telemedicina está evolucionando la forma en que vamos al médico

La telemedicina no es una moda ni una solución provisional, es una herramienta que ha llegado para quedarse. Supone un paso adelante en la forma de entender el cuidado de la salud.

Para quienes cuentan con un seguro médico privado, es una oportunidad para recibir atención personalizada, sin esperas y desde cualquier lugar. Estar informado y saber cómo utilizarla es el primer paso para beneficiarse de todas sus ventajas.

Con el respaldo de instituciones como la OMS y la Comisión Europea, esta herramienta digital continúa creciendo e integrándose en los sistemas sanitarios de forma segura, ética y eficaz.

Por  Begoña Basterrechea