La compañía analiza comportamientos anómalos y repetitivos para identificar patrones a partir de los cuales crear algoritmos que mejoren la detección y prevención del fraude
El equipo de Control de fraude del área de Salud de DKV ha analizado más de 10.000 casos sospechosos de fraude aportados por los diferentes departamentos de la compañía desde que se creó la Unidad de Fraude en 2021. De esta manera, cada mes se frenan más de 200 casos cuyo coste medio alcanza los 1.300 €.
Este proceso forma parte del objetivo de mejorar la eficiencia en la prevención del fraude. Mediante el análisis de comportamientos anómalos y repetitivos, la aseguradora es capaz de identificar patrones a partir de los cuales crear algoritmos de detección y prevención con mayor valor predictivo. Estos patrones se detectan especialmente en Traumatología, especialidad médica con mayor incidencia de fraude, y más concretamente a nivel de columna vertebral.
El comportamiento varía en función del producto contratado. De esta manera, DKV ha detectado que, en productos de asistencia sanitaria, el mayor porcentaje de intento de fraude se produce en los seis primeros meses de vida de la póliza, al contrario que en otros productos.
Teresa Martín-Pinillos, directora del área de Control de fraude, afirma que “la mejor herramienta que hay contra el fraude es la concienciación”. Por esto, el equipo de DKV prepara sesiones formativas abiertas a toda la compañía para trasladar una cultura de concienciación de la lucha antifraude mediante la exposición de casos de diferente tipología en los que pueden estar implicados los clientes, los proveedores y los mediadores. “Tendremos que ser muy selectivos a la hora de aplicar medidas antifraude para obtener resultados manteniendo la satisfacción del cliente, que confía en DKV para cuidar su salud”, explica Teresa Martín-Pinillos.