Inhalar aire contaminado aumenta el riesgo de sufrir enfermedades como asma, neumonía, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o cáncer de pulmón
La contaminación afecta a la salud respiratoria
La contaminación ambiental es uno de los principales problemas de salud respiratoria en el mundo. Así lo afirma Miguel Barrueco, catedrático de Neumología de la Universidad de Salamanca y jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Salamanca: “Cada día los humanos inhalamos alrededor de 10.000 litros de aire, por lo que la capacidad de transportar las sustancias nocivas de la contaminación al interior de la vía aérea y de los pulmones y desde allí al resto del organismo es muy importante”.
La polución afecta directamente a la salud respiratoria. Según el experto, en muchos casos produce enfermedades respiratorias que no se habrían producido sin dicha exposición. En otras ocasiones, “agrava las patologías preexistentes en la salud respiratoria que pueden haber tenido su causa en otras circunstancias como el consumo de tabaco”.
Algunos casos de asma o neumonía se asocian con la contaminación
Las alteraciones respiratorias, según Barrueco, se producen por la inhalación de sustancias químicas que puedan actuar provocando enfermedades inflamatorias como el asma o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Algunos estudios indican que la contaminación del aire también se asocia a un mayor riesgo de enfermar por COVID-19.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) advierte del “grave peligro que supone la contaminación del aire para el desarrollo de alergias respiratorias o asma en niños, así como su exacerbación”.
Un artículo publicado en el European Respiratory Journal indica que un 11% de los casos nuevos de asma en los niños y niñas de Europa se puede prevenir. Para ello, habría que reducir los contaminantes del aire hasta el umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Barrueco asegura que algunos contaminantes “se han relacionado consistentemente con el aumento de la incidencia de infecciones respiratorias, así como con la incidencia, los ingresos hospitalarios o con la mortalidad por neumonías”.
Un estudio publicado en Environment International indica que la exposición a corto plazo al ozono —un gas que incide en el calentamiento global— se asocia con un aumento de los ingresos hospitalarios por neumonía.
La contaminación del aire interior ocasionada por el uso de biomasa (como leña o excrementos) como combustible para cocinar o calentar el hogar también pueden aumentar la susceptibilidad de los niños a la neumonía, según la Organización Mundial de la Salud.
En general, las partículas contaminantes aumentan los ingresos hospitalarios de niños con enfermedades respiratorias, según un estudio publicado en Journal of the Air & Waste Management Association.
La polución también aumenta el riesgo de sufrir cáncer de pulmón
La contaminación ambiental es, además, carcinógena para los humanos, según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC). De hecho, un estudio publicado en la revista Environmental Health indica que entre un 5% y un 7% de los casos de cáncer de pulmón en Europa son atribuibles a los altos niveles de contaminación ambiental. Otra investigación difundida por The Lancet Oncology confirma que la polución del aire contribuye a la incidencia del cáncer de pulmón en Europa.
"El aire que respiramos se ha contaminado con una mezcla de sustancias que causan cáncer ", afirma Kurt Straif, jefe de la Sección de Monografías de la IARC, según recoge la Organización Panamericana de la Salud.
Pedro Pérez Segura, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), explicaba el mecanismo en el periódico El País: “La inhalación continuada de estas partículas va dañando las células que recubren nuestro sistema respiratorio y llega un punto en el que se acumulan deficiencias genéticas, lo que hace que las células proliferen de manera descontrolada y, al final, puede aparecer el tumor”.
Cómo evitar evitar los efectos nocivos de la polución
El principal consejo de Barrueco para evitar los efectos nocivos de la polución en la salud respiratoria es no fumar. El experto también recomienda evitar espacios cerrados y espacios al aire libre con altos niveles de contaminación cuando sea posible. Y utilizar una mascarilla cuando no lo sea. Por ejemplo, en el trabajo o cuando haya mucho tráfico.
La Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) aconseja abstenerse de practicar actividad física al aire libre en situaciones de contaminación atmosférica elevada. Aunque realizar ejercicio de forma regular tiene enormes beneficios sobre la salud, “muchas actividades se realizan al aire libre y en zonas urbanas con posible contaminación atmosférica”.
El ejercicio físico aumenta el volumen de aire que es inspirado por los pulmones: “Esto significa que el organismo dispondrá de una cantidad enorme de oxígeno para aportar a sus músculos, pero también que los pulmones filtran una gran cantidad de aire atmosférico y, si este tiene muchos elementos contaminantes, también inhalará cantidades muy importantes de estos productos en detrimento de nuestra salud respiratoria”.
Si la contaminación atmosférica “no es excesiva”, la SEMED recomienda hacer ejercicio en las horas de menos contaminación; optar por espacios verdes, sin circulación de vehículos o cerrados; alejarse de carreteras; o utilizar mascarillas.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.