Covid

NOTICIAS

COVID-19

450
go

A falta de vacuna, hay medidas más efectivas que otras para frenar la COVID-19

Es esta publicación se analizan las 11 medidas para frenar la COVID-19 y lo que dicen las evidencias científicas de su eficacia.

 

Un reciente artículo publicado en la revista Nature Human Behaviour indica que, en ausencia de una vacuna, las medidas más efectivas para frenar la COVID-19 son la cancelación de pequeñas reuniones, el cierre de centros educativos, las restricciones fronterizas, las limitaciones de movimiento individual, los confinamientos nacionales y el aumento del suministro de equipos de protección individual.

A día de hoy, no existe una única medida que prevenga la propagación de la enfermedad, sino que se necesita una combinación de acciones adaptadas a cada país, según los autores de esta revista. En el próximo artículo de la campaña “Menos bulos, más rigor científico” que se podrá leer mañana en la web de DKV, analizaremos estas medidas para frenar la COVID-19 y lo que dicen las evidencias científicas sobre su eficacia.

Las medidas analizadas son:

  1. El distanciamiento social reduce la incidencia de la COVID-19

  2. Cómo las mascarillas, pantallas y EPIs disminuyen la posibilidad de contagiarse

  3. Evitar interiores

  4. Lavarse las manos con jabón o gel hidroalcohólico para acabar con el coronavirus

  5. La eficacia de desinfectar superficies que se toquen con frecuencia

  6. Cómo hacer test para detectar la COVID-19 ayuda a controlar la transmisión del virus

  7. La estrategia del cribado masivo para atajar las cadenas de transmisión

  8. La importancia de los rastreadores

  9. Para qué sirve quedarse en casa y los toques de queda nocturnos

  10. Escasa evidencia sobre los cierres perimetrales

  11. Cómo una vacuna contra la COVID-19 ayudaría a combatir la pandemia

Algunos datos muy interesantes que se descubren en el artículo son que mantener el distanciamiento social puede reducir la incidencia de la COVID-19 hasta un 13% según The British Medical Journal y que el distanciamiento social frenó en 1918 la propagación de la mal llamada “gripe española”. Esta publicación también revela cómo según estudios en The Lancet el riesgo de infección o transmisión cuando se usa la mascarilla es del 3% frente al 17% cuando no se utiliza.