Desde la infancia hasta la vejez, nuestras necesidades dentales cambian, y con ellas, sus enfermedades más comunes y que te mostramos a continuación: 

Infancia: caries y maloclusión

Durante la niñez, las caries dentales son una preocupación común. Los niños tienden a consumir alimentos y bebidas azucaradas, lo que puede provocar la formación de caries si no se mantiene una buena higiene oral. Además, la maloclusión, o mordida incorrecta, es otra condición frecuente en esta etapa, que puede requerir corrección con ortodoncia. 

Adolescencia: problemas de alineación y trastornos de la articulación temporomandibular

Durante la adolescencia, el crecimiento y desarrollo rápido del cuerpo pueden causar problemas de alineación dental, como apiñamiento o sobremordida. Además, algunos adolescentes pueden experimentar trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), que pueden causar dolor, chasquidos o limitación en el movimiento de la mandíbula.

Edad adulta: enfermedad periodontal y desgaste dental

En esta etapa, la enfermedad periodontal, también conocida como enfermedad de las encías, se convierte en una preocupación importante. La acumulación de placa bacteriana puede provocar inflamación de las encías, sangrado y eventual pérdida de hueso y dientes, si no se trata. Además, el desgaste dental debido al envejecimiento natural, malos hábitos de mordida o bruxismo, también son comunes en esta etapa de la vida.

Vejez: pérdida dental y problemas de salud oral relacionados con la edad

En la edad avanzada, la pérdida dental se convierte en una preocupación significativa. La combinación de factores como la enfermedad periodontal, la pérdida ósea y el desgaste dental puede llevar a la pérdida de dientes. Además, problemas de salud oral relacionados con la edad, como la xerostomía (boca seca) y la mucositis, son más frecuentes debido a cambios en la salud general y el uso de medicamentos.

En conclusión, la salud bucal varía en cada etapa de la vida, y es importante estar al tanto de las enfermedades dentales más usuales según la edad. Con una buena higiene oral, visitas regulares al dentista y hábitos saludables, podemos mantener nuestras sonrisas saludables y brillantes en todos los momentos de la vida.