¿Sabías que tienes la obligación de tener un seguro de responsabilidad civil por tu perro desde la aprobación de la Ley de Bienestar Animal y de los derechos de los Animales del pasado 28 de marzo?

La ley, en el punto número 3 del artículo 30, dice lo siguiente: “En el caso de la tenencia de perros y durante toda la vida del animal, la persona titular deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal, por un importe de cuantía suficiente para sufragar los posibles gastos derivados, que se establecerá reglamentariamente”.

Ya sabemos que tu mascota es un amor y que difícilmente vaya a hacer daño a nadie durante toda su vida. Pero… así es la ley. Igualmente, tenemos una buena noticia para ti. No tienes que hacer nada. Aunque probablemente no lo supieras, ya dispones de esta cobertura gracias a tu seguro de hogar con DKV, independientemente de la modalidad que tengas contratada.

Eso sí, recuerda que, para beneficiarte de esta cobertura, tienes que indicarnos el nombre de tu perro, la raza y el número de chip, en caso de no haberlo hecho durante la contratación de la póliza. Puedes realizar este trámite con tu agencia o sucursal, o llamando a nuestro teléfono de atención al cliente: 976 991 198.  *Esta cobertura no está disponible para las razas catalogadas como potencialmente peligrosas.  

¿Y otro tipo de daños que podamos ocasionar? 

¿Se han provocado daños en el piso de tus vecinos cuando se ha roto una tubería? ¿Se ha caído una teja de tu vivienda unifamiliar y ha aterrizado en un coche aparcado en la calle? 

Este tipo de daños a terceros pueden ocurrir cuando somos propietarios de una vivienda. Si en tu seguro de hogar tienes asegurado el continente (estructura de la vivienda) estás cubierto para este tipo de incidentes. 

Del mismo modo, se asumen los daños causados por cónyuge, pareja de hecho o hijos, de cualquier edad, que convivan en la vivienda asegurada.

También se cubren los daños por situaciones derivadas como contratante de obras menores, deportista, propietario o usuario de vehículos sin motor, de embarcaciones, práctica de camping, peatón, bricolaje o jardinería.