¿Tienes una infección respiratoria? ¡Así puedes cuidarte!

Parece que más de media España esté sufriendo procesos gripales. Si estás atravesando uno, sigue leyendo…  

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Durante este mes de enero hemos alcanzado el pico estacional de una gripe, que ha tensionado los servicios sanitarios. Las cifras, aunque elevadas, están en línea con lo que era habitual antes de la pandemia.

De hecho, el último informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda muestra que, durante la primera semana de 2024, se registraron 387 casos por cada 100.000 habitantes, un descenso significativo en comparación con los 430 del informe anterior, que incluía los últimos días del año pasado, y de cuatro semanas de ascenso vertiginoso.

El conjunto de las infecciones respiratorias se sitúa en 935 casos, bajando de los 966. En cambio, las hospitalizaciones siguen creciendo hasta los 33,5 ingresos por 100.000 habitantes.

¿Cómo combatir una infección respiratoria?

Cuando ésta es leve, podemos seguir las siguientes recomendaciones para acortar el proceso de recuperación:

  • Bebe muchos líquidos. El zumo, el agua y la sopa son opciones estupendas. Pero evita las bebidas con cafeína, que no te hidratarán tan bien.

  • Duerme mucho, descansa y tómate las cosas con mucha calma.

  • Vístete con varias capas de ropa. Con la gripe, es posible que tengas frío en un minuto y calor al siguiente. Llevar varias capas de ropa, como una camiseta, un jersey y una bata, facilita que te quites o te pongas ropa según lo necesites.

  • Lávate las manos con frecuencia. No te interesa contagiar la gripe a todo el mundo. Y ésta es la mejor forma de evitarlo. Asímismo, no compartas vasos ni otros utensilios para comer o beber con otras personas.

  • Evita el consumo de alcohol o tabaco.

 

¿Qué podemos hacer por ti? 

Hay ocasiones en las que estamos pasando un proceso gripal leve por el cual creemos que no es necesario acudir al médico. En este caso, la telemedicina puede ser una gran aliada para no perder tiempo en esperas innecesarias para solventar nuestras dudas o preocupaciones. Estas son las herramientas que tienes a tu disposición.  

Chequeador de síntomas: Es una herramienta fantástica de la app Quiero cuidarme Más para tener una primera evaluación contestando a una serie de preguntas que te van guiando para conocer qué te ocurre. 

Chat médico 24h: En tu app Quiero cuidarme Más tienes la opción de chatear con un médico, 24 horas al día, 7 días a la semana, que puede ayudarte a diagnosticar tu infección respiratoria y darte consejo, o incluso tratamiento, para recuperarte lo antes posible.  

Línea telefónica: Si te sientes más tranquilo escuchando la voz de un médico, también tienes a tu disposición una línea telefónica en la que consultar cuando quieras. Solo has de llamar al número 976 991 199.  

Consulta presencial: Si sigues preocupado o crees que tu proceso gripal o infección respiratoria empeora, siempre puedes solicitar una cita presencial en un centro médico.  

Comprendiendo el lenguaje del cuerpo en las infecciones respiratorias

Siempre es positivo conocer y entender cómo nuestro cuerpo nos habla y nos avisa sobre las posibles infecciones respiratorias que padecemos y cómo combate contra ellas. Las infecciones respiratorias afectan a la nariz, garganta, senos nasales, oído, laringe, faringe, bronquios y pulmones. Hay que evitar confundir los efectos de la infección con los mecanismos que el cuerpo activa para defenderse.

Un médico de DKV , el Dr. Ferrán Tognetta, nos ha preparado una pequeña lista sobre los síntomas más comunes en las infecciones respiratorias:

  • Mucosidad: Cuando el cuerpo detecta la infección, aumenta la secreciones y consistencia de las mucosidades en las vías respiratorias, lo quetiene la ventaja de atrapar a los gérmenes antes de que sigan avanzando hasta los pulmones.

  • Tos: La irritación o el exceso de mucosidad provoca el reflejo de la tos, que permite expulsar del cuerpo las secreciones que pueden contener los gérmenes retenidos y las células afectadas, bien al exterior o tragándola, donde el ácido del estómago esteriliza a los gérmenes y reaprovecha los componentes como alimento.

  • Fiebre: Hasta los 38,5º axilares, la fiebre es un mecanismo natural de defensa que invalida algunos tipos de gérmenes. Si es menor de 38,5º, no se recomienda medicarla (fiebrofobia), ya que es una defensa efectiva frente a la infección. Por encima de esa temperatura, puede moderarse su ascenso con mayor exposición de la piel (destaparse) o antitérmicos.

  • Cansancio: Es una estrategia del cuerpo para evitar forzar las vías respiratorias, no aumentar las demandas de oxígeno de los músculos, ahorrar energía y evitar nuevos riesgos propios de la actividad.

  • Aislamiento: La tendencia a la soledad durante la enfermedad no solo responde a sentirse mal, sino que protege a otras de posibles contagios. Este efecto secundario de aislamiento contribuye a preservar la salud de nuestro círculo social y a mantener sanos a quienes nos pueden cuidar.

  • Memoria inmunológica: Las células inmunológicas de la sangre y los ganglios memorizan los perfiles de los gérmenes y mejoran la respuesta en una futura nueva infección. Las vacunaciones entrenan a nuestras defensas sin necesidad de una infección previa, evitando la enfermedad y sus riesgos.

  • Personas sensibles a infecciones respiratorias: En pacientes con algunas enfermedades crónicas, la activación de las defensas puede descompensar su enfermedad de base. Personas, por ejemplo, con insuficiencia respiratoria, cardiaca, arritmias, inmunológica, problemas de oído, asma, hernias abdominales o discales deben tener precauciones adicionales, ya que algunos síntomas protectores de las infecciones respiratorias pueden agravar sus condiciones particulares.

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