La incineración es la opción más habitual en los últimos tiempos. En este artículo explicamos el proceso de incineración paso a paso, y evaluamos las ventajas y desventajas, así como las incineraciones alternativas en otras partes del mundo.
Cuando llega el triste momento de despedirse de un ser querido y hay que decidir qué hacer con el cuerpo, básicamente existen dos opciones: el entierro y la incineración. El proceso de incineración es sencillo y cuenta con algunas ventajas, por lo que, cada vez más, es la opción preferida por muchas familias.
En todo caso, muchas personas se preguntan cómo es el proceso de incineración, qué medidas de seguridad se tienen en cuenta, cuál es el coste ambiental del proceso, etc. En el artículo, trataremos de responder a estas y otras preguntas.
Pasos previos al proceso de incineración
En primer lugar, sea para incinerar o para enterrar, hay que verificar los datos del finado y las causas del fallecimiento, gestión de la que se encarga la funeraria, una vez obtenido el certificado médico de defunción, además de otras gestiones relativas al funeral. Si la persona fallecida dispone de un seguro de decesos, la compañía aseguradora se encargaría de coordinarlo todo.
Los datos y las gestiones son:
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Obtención del Certificado médico de defunción
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Datos de la persona que se hace cargo del funeral
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Los datos del propio finado
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La elección del ataúd y otros complementos
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Qué proceso ha elegido la familia: incineración, entierro, otros…
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Elección de tanatorio o sala de velación, en caso de oferta múltiple
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Otras decisiones relativas al funeral, como por ejemplo, tipo de ceremonia civil o religiosa, parlamentos, vestición del cuerpo, qué hacer con joyas y otros complementos que pueda llevar el finado.
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En el caso de la incineración, la empresa funeraria facilita a las familias opciones para guardar las cenizas: urnas, joyas, relicarios, etc.
El proceso de incineración o cremación paso a paso
Los pasos que se realizan para llevar a cabo una incineración son los siguientes:
1. Firma de autorización
Declaración por parte de un familiar o persona cercana con cuya firma certifica el deseo del difunto de ser incinerado, al mismo tiempo que autoriza la incineración.
2. Preparación del cuerpo
Extracción de marcapasos y válvulas bypass, si los hubiera, pues sometidos a altas temperaturas pueden explotar.
3. Preparación del féretro
En aquellos ataúdes en que es posible, se retira la decoración y los ornamentos metálicos o plásticos que contiene (crucifijos, asas, etc.).
4. Seguridad y seguimiento
Se introduce dentro del féretro una pieza de un material indestructible incluso a altas temperaturas que lleva inscrito un código numérico. Esta pieza se entregará a la familia junto a la urna con cenizas.
5. Cremación o incineración del cuerpo
La combustión se produce a más de 800 ºC durante alrededor de 2 – 2,5 horas.
6. Enfriamiento de las cenizas y refinación
Las cenizas se dejan enfriar durante 30 minutos aproximadamente dentro del mismo horno, después se retiran para pasar a la siguiente fase, la refinación. Ésta consiste en separar los restos humanos de otros restos (por ejemplo prótesis o fijaciones del féretro) y pulverizar los primeros, que son los que se entregan a las familias, hasta que adquieren una consistencia similar a la de los granos de arena.
7. Entrega de las cenizas a la familia
Por fin, se introducen las cenizas del finado en la urna (u otro recipiente) elegida por los familiares. Cabe señalar que, según la legislación, dicha urna se debe entregar cerrada e identificada con el nombre del difunto.
La entrega se realiza, por lo general, al día siguiente al de la incineración, en una o varias urnas o relicarios. Son únicamente restos humanos, pues se han eliminado otros como los del féretro y la ropa, y vienen a pesar entre 2,5 y 3 kg.
También se entrega a la familia un certificado de cremación, documento que es aconsejable guardar, especialmente, si la familia va a guardar la urna con las cenizas.
Ventajas de la incineración
El proceso de incineración presenta algunas ventajas que exponemos a continuación:
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Más salubre. Al quemarse los restos orgánicos, se evita la putrefacción y se previenen epidemias y enfermedades.
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Ahorro de espacio. Seguramente sea este el motivo por el que la incineración sea cada vez más popular, al menos, en los países occidentales. Los cementerios son finitos y algunos tienen ya un problema de espacio. La incineración sortea este inconveniente: se pueden guardar en pequeñas urnas o recipientes, esparcir en un lugar elegido por el fallecido o, como veremos más adelante, incluso lanzar al espacio.
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Urnas biodegradables. No son las más habituales en la actualidad, pero existen alternativas ecológicas con materiales que se degradan de forma natural y no causan ningún perjuicio al medio ambiente.
Desventajas del proceso de incineración
Desafortunadamente, del mismo modo que este método cuenta con ventajas, también tiene algunas desventajas:
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Gasto energético. Como es necesario conseguir altísimas temperaturas para quemar el cuerpo, esto supone un gasto energético.
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Emisión de gases. Como en cualquier proceso en el que se usa energía, se emiten gases de efecto invernadero.
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Metales: En España está prohibido entregar cenizas que contengan metales de cualquier tipo, estos deben separarse antes.
Incineraciones alternativas en otras partes del mundo
Cada cultura tiene sus propios métodos de incineración y cada momento histórico requiere un modo de tratar este proceso de despedida. Veamos algunos métodos alternativos de cremación que en España no están autorizados.
Cremación con agua
También llamada liquidificación, es un método que consiste en acelerar la descomposición de cadáver a través de un tratamiento de hidrólisis alcalina. Con esto se consigue acelerar el proceso natural de descomposición, que duraría unos veinte años, de modo que se produce en tan solo unas horas.
Los defensores de esta técnica aseguran que se ahorra energía al no ser necesaria la combustión y, por tanto, se emiten menos gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.
Envío al espacio
Ya existen tres empresas en el mundo que se encargan de enviar los restos del ser querido fallecido al espacio. Este proceso se realiza usando nanosatélites, que tienen forma de cubo de unos diez centímetros por lado. Según estas empresas, el nanosatélite que contiene los restos del finado pasa un periodo de entre uno a dos años orbitando alrededor de la Tierra. Después, al caer de nuevo al planeta, se convierte en estrella fugaz debido a la velocidad con la que cae y al roce con la atmósfera.
Resomación
En vez de quemar el cadáver, se sumerge en una mezcla de agua y hidróxido de potasio a la que se aplica alta presión y temperatura, ahorrando, según su inventor, un 35% en las emisiones de carbono.
Promesión
En este caso se opta por todo lo contrario: introducir el cadáver en nitrógeno líquido para su ultracongelación. A continuación, mediante vibración, se descompone en polvo de cristal orgánico, con la ventaja de que, por un lado, se pueden recuperar los restos metálicos, que son los más contaminantes, y, por otro, se pueden usar los restos como compostaje.
El proceso de incineración es seguro y controlado, y cada vez más personas optan por él. Por otra parte, surgen nuevos modos de incineración que consiguen que el proceso sea menos contaminante e igual de eficiente. Ante la falta de espacio en cementerios, la incineración puede ser la mejor opción a la hora de decidir cómo despedirse de un ser querido.
Fuentes
https://www.funeuskadi.com/blog/proceso-cremacion-cuerpo/
https://es.wikipedia.org/wiki/Cremaci%C3%B3n_con_agua
https://www.eldiario.es/consumoclaro/ahorrar_mejor/entierro-incineracion-ecologico_1_3029552.html