Cuando compras tus billetes a Cuba, es imposible no comenzar a imaginar. Te imaginas primero en un Chevrolet del 59 con la brisa caribeña aterrizando suavemente en tu rostro. Te imaginas, claro, paseando por La Habana Vieja entre edificios coloniales. O en un bar con un grupo de cubanos tocando canciones de Buena Vista Social Club en directo. O en uno de los Cayos de Cuba, tomando una bebida refrescante en una cáscara de coco mientras el mar se lleva el estrés del día a día en el trabajo.

Pero siempre hay algún amigo, famoso por su capacidad de arruinar cada fiesta, que tiene esa extraña habilidad de convertir un motivo de alegría en una preocupación. “¿Has mirado lo de las vacunas?”. “¿Vacunas? ¿Qué vacunas?”.

Y, entonces, harás lo peor que puede hacerse en estos casos: buscar en Google. Encontrarás decenas de enfermedades tropicales, incluso algunas casi extintas con prevalencias ridículas. “¡Pero a quién le importan las prevalencias! ¡Es mi salud!”, exclamarás.

De repente, todas esas bonitas ensoñaciones de Cuba empiezan a reemplazarse por el dengue, la fiebre amarilla, el zika, el chikunguya, la enfermedad de Lyme… “Oye, ¿y si mejor nos vamos al pueblo, como se ha hecho toda la vida?”.

Deja de buscar y coge tu teléfono

Si este verano piensas irte a un país tropical, no busques más recomendaciones sanitarias en internet. ¡Tenemos una solución para ti! Con tu seguro, tienes acceso a una línea telefónica médica que te brindará toda la información sanitaria que necesites para que viajes seguro y tranquilo a tu destino. Las vacaciones están para disfrutarlas y no para añadir más preocupaciones de las que ya tenemos.

Solamente tienes que llamar al teléfono 976 991 199 -está disponible las 24 horas del día-, comentar tus inquietudes y dedicarte a pensar si llevas esa camisa de palmeras que te han regalado para tu cumpleaños y que todavía no has usado. ¡Nos vemos por Cuba!.