Las nevadas y el calentamiento global 

Las nevadas son un fenómeno meteorológico importante y se espera que las medias anuales disminuyan debido al calentamiento global en la mayoría de las regiones

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Las temperaturas más cálidas hacen que caigan más precipitaciones en forma de lluvia

"Las temperaturas más cálidas hacen que se evapore más agua de la tierra y los océanos, lo que provoca más precipitaciones (y más variadas) y tormentas más grandes en algunas áreas", indican desde la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. En general, según subraya el organismo, un clima más cálido hace que caigan más precipitaciones en forma de lluvia, en lugar de nevadas.

En Estados Unidos las nevadas disminuyen en promedio un 0,19% cada año, según datos de las estaciones meteorológicas recogidas por la EPA. En 2021, analizamos los datos de 115 estaciones meteorológicas de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) repartidas por España en los últimos 50 años. En dicho periodo, según los resultados obtenidos, la temporada con más nieve fue la de 1971/1972 y la que menos, la de 2019/2020.

Enrique Sánchez Sánchez, físico de la atmósfera y decano de la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), explica que la percepción de que nieva menos también está parcialmente causada por la isla térmica de calor de las ciudades y su crecimiento constante en las últimas décadas.

nevada madrid tormenta philomena
Calles de Madrid tras el paso de la borrasca Filomena

¿Y a qué hace referencia este concepto? Según cuenta Sánchez, el asfalto, el hormigón, el ladrillo y otros materiales que forman parte de las ciudades retienen el calor más que la vegetación o el suelo sin edificar, lo que puede provocar un aumento de temperaturas.

“Por ejemplo, en las noches de verano se nota mucho ese gradiente de temperatura entre el extrarradio y la ciudad”, señala el experto, que indica que esta situación también podría hacer que en dichas zonas nieve menos y caigan más precipitaciones en forma de lluvia.

A la pregunta de si la nieve podría llegar a desaparecer,  Rodríguez opina que no, al menos en el horizonte temporal de este siglo en España. “Lo que sí se observará es una reducción paulatina de los episodios de nieve y, sobre todo, su menor duración en el suelo, pero no su total desaparición”, puntualiza.

Paloma Castro, física colegiada y delegada de la AEMET en Castilla-La Mancha, afirma a que “no parece que pueda llegar a desaparecer la nieve, sólo a cambiar su distribución”.

Algunas regiones pueden experimentar más nevadas

Las tendencias pueden variar según la región. Algunos lugares podrían experimentar más nevadas si las temperaturas aumentan pero aún permanecen por debajo del punto de congelación, tal y como señala la EPA.

Del mismo modo, también puede nevar más en algunas áreas cercanas a grandes lagos, “ya que permanecen descongelados durante períodos más largos, lo que permite que se evapore más agua”. En algunas regiones cerca de los Grandes Lagos de Estados Unidos, por ejemplo, las nevadas han aumentado de forma modesta en las últimas décadas, según la EPA.

Un artículo publicado en la revista Scientific Reports indica, además, que el aumento de la humedad provocado por el cambio climático puede traer consigo algunas nevadas más intensas en las próximas décadas.

Alteraciones en el ciclo hidrológico y otras consecuencias 

Las consecuencias de una posible disminución de la cantidad de nevadas dependen de cada región del planeta, según cuenta Ernesto Rodríguez, miembro de la Asociación Meteorológica Española.

“En el caso de España, la nieve actúa como una reserva natural de agua en estado sólido que se acumula en los meses invernales, fundamentalmente en las zonas montañosas, y que se funde lentamentamente en primavera e inicio del verano proporcionando recursos hídricos de forma continuada y evitando riadas e inundaciones asociadas a las precipitaciones intensas”, afirma.

Castro añade que si la Antártida o el Ártico reciben menos nieve o se produce un mayor deshielo por el aumento de temperaturas a nivel global, aumentará el nivel del mar. De hecho, ya ha subido entre 21 y 24 centímetros desde 1880, según la Oficina Nacional de Estados Unidos de Administración Oceánica y Atmosférica.

A ello se suma que muchas comunidades dependen de la nieve para la recreación invernal. Con el fin de mantener abiertas las pistas de esquí, cada vez se recurre con más frecuencia a la nieve artificial y se intenta mejorar su conservación. Pero, tal y como os hemos contado, hacerlo puede provocar daños a la biodiversidad y un aumento del consumo energético.

Algunas plantas y animales dependen de la nieve y el deshielo para sobrevivir

En este contextos, además, podría producirse un cambio o una reducción de los procesos de interacción de la nieve y el hielo con el suelo y la vegetación o con el ecosistema en general, según Sánchez: “La nieve es un buen aislante térmico en el suelo y eso da lugar a numerosos procesos naturales”.

Algunas plantas y animales también dependen de la nieve y del deshielo para sobrevivir, según la EPA. Un estudio publicado en la revista Ambio, de la Real Academia Sueca de Ciencias, indica que el clima invernal y la capa de nieve influyen en el desarrollo de la comunidad vegetal en las regiones polares. Los autores concluyen que los arbustos enanos, los musgos y los artrópodos del suelo (como los ácaros) se ven afectados negativamente por los eventos de calentamiento extremo.

Otra investigación publicada en Climatic Change coincide en que la nieve es un factor ambiental importante en los ecosistemas alpinos, ya que influye en la fenología de las plantas, el crecimiento y la composición de especies.

Los cambios en la cantidad y el momento de las nevadas también podrían afectar al desove (la puesta de los huevos) de los peces, según la EPA. Un estudio publicado en Marine and Freshwater Research indica que el aumento de la temperatura del agua puede producir cambios en las fases del desove e incluso llegar a inhibir por completo la reproducción.

 

“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.